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jueves, 19 de enero de 2023

El país ocupó el tercer lugar de los países que menos apoyo político da a sus gobernantes y a su ambiente político en general

El índice de Riesgo Político de América Latina, un estudio de la Universidad Católica de Chile, que va por su tercer año y que mide, entre otras cosas, los peligros a los que se enfrenta la región, así como el comportamiento de los países en materia de crimen organizado, política, inseguridad alimentaria y crisis migratoria, dejó ver entre sus resultados la complejidad por la que atraviesan varios países de Latinoamérica, así como la incertidumbre y notorio estancamiento de Colombia en materia de satisfacción democrática.

LOS CONTRASTES

  • Carlos Arias Analista político y docente

    “Más allá de lo que haya pasado en este Gobierno, la insatisfacción con la democracia ha hecho que los colombianos no crean en ella o no crean en las instituciones”.

De esta forma, y si evaluamos cómo le fue a la nación en cada uno de los ítems del estudio, encontramos que, en el tema del crimen organizado, el país ocupó el sexto puesto con la mayor tasa de homicidios por 100.000 habitantes en América Latina y el Caribe para 2021, altas cifras que en su gran mayoría están relacionadas con el narcotráfico y las bandas delincuenciales.

Carlos Andrés Arias Orjuela, docente de la Maestría en Comunicación Política de la Universidad Externado de Colombia, explicó que el tema del crimen organizado en Colombia no solamente está mucho más latente que antes, sino también mucho más presente que en otros países de Sudamérica.

“El negocio del narcotráfico dejó de ser un negocio exclusivo de grandes organizaciones y ahora está presente en pequeños campos o en pequeños delincuentes que se han hecho a cultivos ilícitos o a la comercialización de pequeños cultivos y debido a las políticas de paz total y de un cese multilateral que lamentablemente nunca tuvo claridad, se ha replegado a las Fuerzas Armadas, entonces ha hecho que el tema del crimen organizado aumente”.

Dicho resultado también estuvo acompañado por la notoria insatisfacción democrática que mostró Colombia en comparación con los demás países de Latam. Allí, la nación ocupó el tercer lugar de los países que menos apoyo político da a sus gobernantes y a su política en general.

Y es que la democracia en Latinoamérica, tal y como explicó el estudio, está bajo asedio. “La mitad enfrenta un serio proceso de deterioro mientras los autoritarismos aumentan tanto en número como en su nivel de represión. Consecuencia de ello, dos tercios de la población mundial vive ahora en democracias en retroceso o en regímenes híbridos y autoritarios”, dice el análisis

“Con respecto a la insatisfacción democrática que tienen los colombianos sobre sus instituciones y sobre sus gobernantes, lamentablemente y a pesar de que el Gobierno del cambio ha despertado expectativas, el ejercicio puntual de ese Gobierno no ha cumplido con los compromisos que en algún momento se plantearon y esto no solamente es responsabilidad de estos últimos meses, creo que en la cultura política y en los imaginarios colectivos de los colombianos más allá de lo que haya pasado en este Gobierno, la insatisfacción con las instituciones y con la democracia ha hecho que no crean en ella o no crean claramente instituciones”, agregó Arias.

De otro lado, y en cuanto a la gobernabilidad, esta presentó una incapacidad creciente de los gobiernos de cumplir con las expectativas y demandas ciudadanas, ante fragmentación política, falta de acuerdos y alto endeudamiento público. En el caso de Colombia, por ejemplo, la luna de miel de los gobiernos que solía durar un año en donde los ciudadanos apoyaban completamente a sus gobernantes, pasó a un corto tiempo de dos meses, caso que presentó Gustavo Petro quien aumentó en 20 puntos su desaprobación en sólo dos meses, de acuerdo con Invamer.

Otros ítems que evaluó el estudio fueron sobre los nuevos estallidos de malestar social por alto costo de vida, bajo crecimiento económico, aumento del desempleo e informalidad, y menor espacio fiscal. Allí se evidenció que América Latina se aproxima a una nueva tormenta por el alza del costo de vida debido a una persistente inflación, que se suman también a una desaceleración económica significativa, una baja en los precios de las materias primas y condiciones financieras más restrictivas para 2023. Como ejemplo de ello se muestra a Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, donde la inflación se ha situado en torno 10%, un máximo no registrado en dos décadas.

Crisis migratoria

En este aspecto Colombia se encuentra con resultados alarmantemente muy por encima de los otros países de Latam, ya que en la actualidad existe un total 7,1 millones de venezolanos migrantes y refugiados en el mundo. De esta cifra, 5,96 millones (84,9%) se encuentran distribuidos en 17 países de América Latina, especialmente en Colombia, Perú, Ecuador, Chile y Brasil siendo un punto más complejos en la región el de Necoclí en Colombia.

Hecho que va muy de la mano con la medición de Inseguridad alimentaria. En 2022, en América Latina, cuatro de cada diez habitantes han vivido con inseguridad alimentaria. En este punto la nación esta en el top cinco de los países con porcentaje de la población por debajo de la línea de pobreza más alto.

En cuanto a la pérdida de competitividad en el desarrollo de los recursos naturales y de las energías limpias, ante escasos incentivos para la inversión extranjera cifras del Banco Mundial mostraron que a 2020 alrededor de 20% de la población mundial vivía en países con excelentes condiciones para la energía fotovoltaica, entrando en esta categoría Chile, Perú, México y Argentina. En cuanto al potencial de energía eólica, Chile y Colombia llevaban la delantera.

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