Defensoría dice que violencia en Buenaventura creció
El defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora Gómez, volvió a prender las alarmas en Buenaventura, Valle del Cauca, e hizo un urgente llamado a la autoridades para que refuercen las medidas encaminadas a proteger la vida e integridad de los habitantes en ese puerto del Pacífico colombiano, ante el preocupante recrudecimiento de la violencia.
De acuerdo con el organismo que vela por los derechos de los ciudadanos, en una visita reciente de funcionarios adscritos al Sistema de Alertas Tempranas de la Institución, se conocieron varios casos de desaparición y tortura, algunos de los cuales terminaron con la muerte de estos ciudadanos, conforme los hallazgos realizados durante las últimas semanas por parte del CTI de la Fiscalía General de la Nación, en el barrio El Progreso de la comuna 10.
Entre los casos reportados a la Defensoría del Pueblo aparece el de un joven ayudante de bus, quien había sido amenazado por los grupos ilegales con presencia en la ciudad; también está el registro de dos hombres que trabajaban en el sector de la construcción, y que al parecer cruzaron las llamadas ‘fronteras invisibles’ creadas por los grupos postdesmovilizados en esa zona.
Por otro lado, fue reportada la desaparición de una mujer cabeza de familia dedicada a la minería artesanal, y cuyo paradero se desconoce desde el 29 de diciembre del año pasado, situación que se repite con un joven de 21 años que fue visto por última vez cuando era conducido por cinco sujetos en inmediaciones del barrio Caldas. A la Defensoría le preocupa particularmente “el caso de una niña de tan solo ocho años, cuya desaparición fue reportada desde el 6 de octubre de 2014, sin que haya noticia de ella”.
En la reciente visita la entidad fue informada sobre tres casos de personas secuestradas y torturadas por presuntos miembros de ‘Los Urabeños’.
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