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  • Teresita Celis

jueves, 23 de febrero de 2017

El presidente del Consejo Nacional de Contralores, Emilio Otero, dijo que buscan con el Contralor General, la academia, Gobierno y Auditor General, hacer una mesa de trabajo para que les explique cuáles son las causas técnicas  por las cuales Maya sugiere acabar con las contralorías territoriales y dejar el control fiscal manejado por el centralismo.
“Eso es devolvernos al centralismo cuando ya teníamos una descentralización”, dijo.

Otero reconoce que debe haber una transformación en estos entes de control y que antes de acabarlas hay que fortalecerlas.

“Lo que nosotros proponemos es que las entidades de control se conviertan en entes técnicos netamente auditores. Lo que allí se derive pase a unas salas especializadas de los tribunales y el Consejo de Estado para que el proceso de responsabilidad fiscal y el sancionatorio quede en manos de la justicia”, indicó. El objetivo, agregó, es que se den fallos definitivos y hagan tránsito a cosa juzgada.

“Eso mejora la calidad del control fiscal en Colombia y con ello nos fortalecemos”, agregó.

Y si bien el llamado de los contralores territoriales es al diálogo esto no parece cerca. Por lo menos, así se vio en Pereira, ciudad donde hoy coincidieron los contralores y Maya y no se vieron.

Mientras en el hotel Movich de Pereira estaban los contralores territoriales, en el Centro de Convenciones Expofuturo, el contralor General instalaba el Encuentro Nacional de Personeros. Aunque estuvieron relativamente cerca y sus funciones de control fiscal los une, Maya no se asomó al evento de los contralores. Otero le dijo a LR que lo invitaron a través de un oficio y no confirmó, y por su lado Maya en el centro de convenciones, al ser indagado al respecto, dijo que no lo habían invitado.

Los cuestionamientos del Contralor

Lo cierto es que las posiciones son distantes. Maya ha cuestionado la labor de las contralorías territoriales en el control de los recursos públicos. Propuso una reforma orgánica y funcional del sistema de control fiscal que implique una reforma constitucional con tres ejes: suprimir las contralorías territoriales; establecer una sola Contraloría General de la República, que asuma exclusivamente la función auditora; y crear un tribunal de cuentas desconcentrado que se ocupe de los procesos de responsabilidad fiscal.

En Colombia existen 32 contralorías departamentales, 31 entre municipales y distritales y una general, encargadas de la función fiscal del Estado.

Lo que indica  Maya es que mientras las entidades territoriales disponen de 3.700 funcionarios y un presupuesto de un poco más de $400.000 millones para vigilar $63,7 billones, la CGR dispone de 4.300 trabajadores y un presupuesto de $462.000 millones para ejercer control sobre $598 billones”, indicó.

Señaló que con menos recursos los resultados de la Contraloría General son visibles y oportunos como el destape de los escándalos de Reficar, Electricaribe, hemofilia y educación en Córdoba y alimentación escolar en La Guajira.

Sin embargo, los mismos contralores territoriales cuestionan que en esos casos la Contraloría General no ha sido eficiente.

“La CGR maneja unos recursos más grandes y tampoco son capaces de atender en su totalidad. Los grandes escándalos del país como Odebrecht y Reficar son del resorte de la Contraloría y mire lo que ha pasado. Invitamos al Contralor, humildemente, que nos sentemos y dialoguemos, si hay que eliminarlas se hace y si hay que fortalecerlas que nos ayude a hacerlo. Y el control fiscal en Colombia será mejor que antes”, sostuvo Otero.

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