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  • Valentina Acosta Fonseca

miércoles, 3 de febrero de 2021

El fiscal Francisco Barbosa Delgado destacó el papel de la entidad en medio de la pandemia y estableció los desafíos durante 2021

Un mes y tres días después de que Francisco Barbosa fuera elegido Fiscal General de la Nación, la pandemia del covid-19 tocó a Colombia. Aunque se tuvieron que reformular algunas estrategias, Barbosa aseguró en Inside LR que no dejó de atender dos frentes: activar todos los mecanismos virtuales para que la Fiscalía siguiera funcionando en medio del aislamiento y seguir recorriendo las calles para atender las denuncias de la ciudadanía.

Tras la reunión que tuvo con la Procuradora ¿Cómo va el proceso de vacunación?
En el ámbito de nuestras competencias no hacemos un trabajo preventivo, no entramos en el escenario de supervisar un plan desde el punto de vista de su aplicación, sino que reaccionamos frente a la existencia de posibles conductas que puedan ser violatorias de la ley. En este sentido, nosotros nos atenemos a las consecuencias propias de la investigación penal, pero sí estamos a alertas a la mesa para recibir la denuncia ciudadana.

¿La pandemia afectó los procesos que lleva la Fiscalía?
Esto fue un desafío desde el punto de vista gerencial. Uno lo que tiene que ser es un gran gerente público que permanentemente tenga que cohesionar su gente, cohesionar el país y crear sinergias operativas con las demás instituciones del país.

Frente al covid, activamos 25.000 VPN para garantizar acceso remoto y seguro a los sistemas de información que permitieron continuar con las actividades misionales y administrativas en la Fiscalía. Hemos realizado 640.000 audiencias virtuales. La Fiscalía se ha acogido rápido a ese ámbito gerencial. Además, fortalecimos los centros de denuncias, hicimos una inversión de más de $106.000 millones para la renovación de todo el sistema operativo de computadores, adquisición de software para soportar actividades de los servidores.

Esta Fiscalía estaba acostumbrada a ser gobernada desde Bogotá y yo, a pesar de la pandemia he estado en todo el territorio.

¿A cuánto asciende la inversión en tecnología en su gestión?
Tenemos un presupuesto para este año de $163.000 millones para un proyecto que busca fortalecer las TICs y el expediente digital, más una renovación tecnológica que quedó pendiente.

La meta es que esta sea una Fiscalía tecnológica y no una Fiscalía de papel. Esta pandemia es una circunstancia que generó una gran oportunidad para pensar en la renovación de las entidades. Pero quiero dejar muy claro algo, el éxito de la Fiscalía no está en la virtualidad, también está en las calles. El país no es el mismo de 2020 y la criminalidad ya no refleja lo que ocurría el año pasado. Ahora hay una nueva criminalidad que también se adaptó al covid y eso nos ha permitido entender otras dinámicas.

¿En cuánto ha mejorado el promedio de días que tardaban en resolver una investigación?
Hoy podemos esclarecer crímenes en 20 días o 25 días. Hemos esclarecido 70% de crímenes colectivos en un promedio de 20 días, antes se demoraban año y medio, incluso, de seis a ocho años. En la parte de Fiscalía, hemos resuelto los tiempos, en la parte judicial estamos trabajando con la adjudicatura para poder agilizar las sentencias.

¿Qué impide que bajen los casos de corrupción en el país?
Hay dos grandes temas en el país: la seguridad y la corrupción, que tiene que ser aterrizada desde el punto de vista de los vínculos delincuenciales, ese vínculo no se ha establecido claramente y hay que decir que ese sí existe. Colombia tiene una producción anual probablemente, entre 1.300 y 1.500 toneladas de cocaína o de clorhidrato, y si hacen un balance, puede alcanzar tranquilamente, casi dos veces el presupuesto nacional. Hay una corrupción, pero también una infiltración del narcotráfico.

¿Y qué sucede con la corrupción en el sector privado?
Me invitaron hace unos días a un foro en Pereira y manifesté que había un vínculo inexequible entre la corrupción priva y la corrupción pública. La Fiscalía tiene la Unidad Nacional Anticorrupción y hemos venido dando golpes muy contundentes en diferentes campos. Habrá decisiones sobre temas de corrupción en privados muy pronto. Solo quiero decir que estamos teniendo un 90% de eficiencia de sentencias ante los jueces.

Y quiero dejar claro algo, estamos atacando con fuerza tanto la corrupción privada como la pública. Parte de la no existencia de corrupción es la confianza y transparencia institucional, por eso, recientemente pedí a la Corte Suprema de Justicia que me eligió, que me permitieran en una sesión informar lo que prometí y que he hecho en la Fiscalía para generar una rendición de cuentas de esta entidad.

Se requiere una mayor gestión pública y una mayor optimización de recursos, así como una mayor recuperación de la de idea de Colombia como entidad geográfica que tiene que llegar a distintos territorios.

¿Cómo van las regiones?
No se puede hacer gerencia desde una pantalla, eso hace que se pierda la gobernabilidad de la Fiscalía. Estamos resolviendo rápidamente todos los casos que generen impacto regional y estamos saliendo a las calles a hacer una pedagogía importante sobre el rol de la Fiscalía. Nos toca pensar en términos integrales la recuperación de la sociedad, para no perder el país. Si perdemos territorios, perdemos las ciudades y la institucionalidad. Ese camino ha hecho que la gente se acerque a la Fiscalía para encontrar un buen receptáculo de sus denuncias. Hay que decir que antes no existía confianza en la Fiscalía. Antes, solo existían cinco o seis grandes escándalos y no más, yo me he concentrado y dedicado a lo misional.

LOS CONTRASTES

  • Carlos AriasAnalista Político Universidad Externado

    “La Fiscalía hoy está desdibujada en uno de los roles que la asiste, como ente de control. Hoy aún no se sabe cuáles son los avances del caso Odebrecht. ”

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