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viernes, 26 de noviembre de 2021

Así lo indicó Mauricio Vieira, director de la cátedra sobre el combate del comercio ilícito en la Universidad para la Paz, invitado al WLC

El World Law Congress reunirá a juristas, jefes de Estado, presidentes de tribunales y académicos para debatir, entre otros aspectos, el papel de la tecnología en la aplicación de justicia y para combatir redes de crimen organizado a escala internacional. Tendrá lugar los próximos 2 y 3 de diciembre en Barranquilla.

Uno de los panelistas que participará en el evento será el doctor Mauricio Vieira, director de la cátedra sobre el combate del comercio ilícito y la prevención del crimen organizado transnacional en la Universidad para la Paz. En entrevista con Asuntos Legales, señaló que uno de los retos más grandes que tiene Colombia para la implementación del Acuerdo de Paz es la fragmentación de las organizaciones criminales al margen de la ley, así como la construcción de una memoria colectiva.

A cinco años de su firma, ¿cómo ve la implementación del Acuerdo de Paz de Colombia y cuáles son los mayores retos?

El desafío principal de los procesos de paz es lo que implican para la memoria colectiva, en el sentido de la percepción que tienen los locales, no solo del proceso, sino de la reconciliación con el pasado, para garantizar el presente y una dinámica de reconstrucción para el futuro.

LOS CONTRASTES

  • António GuterresSecretario General de las Naciones Unidas

    “Que se implemente el Acuerdo y que se protejan a las comunidades vulnerables, a mujeres y hombres líderes sociales, excombatientes, y de manera muy especial a los líderes ambientales”.

En el caso de Colombia, uno de los puntos que destacaría, y en la dinámica de la criminalidad organizada transnacional, es la fragmentación de grupos armados y de las mismas Farc, que pueden entenderse también como saboteadores del proceso. Es decir, partes de estos grupos criminales que no están de acuerdo y empiezan a sabotear el proceso, fragilizando la reconstrucción; el reto sería pensar en una unificación de esta memoria colectiva y común aceptación de la comunidad para el proceso.

¿Como construir una memoria colectiva, cuando parte del país no legitima instituciones como la Comisión de la Verdad, que debe emitir un informe final de lo que pasó?

La narrativa va de la mano de la legitimidad, porque refleja la percepción que tiene la comunidad de las instituciones responsables de la implementación del proceso de paz y la construcción de la narrativa. Esa percepción es reflejo no solo de la capacidad de las instituciones, sino también de las dificultades y retos que se presentaron para que perdieran legitimidad.

El concepto de verdad es subjetivo, y no solo las comunidades locales deben estar representadas, sino también la academia debe hacer parte de la construcción de la narrativa, que se mantendrá en las generaciones futuras, que van a reproducir la memoria colectiva.

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