Así fue la jornada de honras fúnebres del precandidato y senador, Miguel Uribe Turbay
Hoy familiares, amigos y colegas le dieron un último adiós en el Congreso de la República, la Catedral Primada y el Cementerio Central
13 de agosto de 2025
Miguel Uribe Turbay, el senador que aspiraba a la presidencia de Colombia, falleció dos meses luego de que un menor de edad le propinara tres disparos durante un evento político en el parque El Golfito en el barrio Modelia de Bogotá. Hoy familiares, amigos y colegas le dieron un último adiós en el Congreso de la República y la Catedral Primada, donde se despidió su féretro con la canción "El Guerrero" rumbo al Cementerio Central.
El día inició con la publicación de su esposa, María Claudia Tarazona, en su cuenta de Instagram. "Hoy siento que mi alma se desgarra en mil pedazos. Hoy llevo a mis hijas amadas, y a mi niño preciado, Alejandro, a enterrar a su papá". También le pidió a los colombianos que extiendan sus oraciones por la familia de Uribe Turbay. La publicación fue acompañada con una foto de Miguel junto a la imagen de una virgen.

A las 10 a.m. llegó la familia de Uribe Turbay al Congreso. Su esposa, hermana, padre y otros familiares ingresaron al Salón Elíptico para participar en el último homenaje al senador.
El embajador encargado de Estados Unidos en Colombia, John McNamara; el subsecretario de Estado, Christopher Landau; y el senador Bernie Moreno hicieron presencia en el homenaje.
El acto inició con un minuto de silencio junto a las palabras iniciales del presidente del Congreso de la República, Lidio García. Manifestó que el fallecimiento de Uribe Turbay deja "rabia por una nación que, una vez más, ve apagarse una de sus luces más luminosas. Porque, como nos recuerda la historia, un líder verdadero, un faro que guía en la oscuridad, nace quizás cada medio siglo".

Luego de esta intervención, el director del Centro Democrático, Gabriel Vallejo, quien leyó el mensaje que fue enviado por Álvaro Uribe, pues este no pudo asistir debido a que se encuentra en prisión domiciliaria.
"Sacrificaron el árbol fresco del Jardín de la Democracia. Dispusieron de la vida de un gran patriota, de quien dedicó su juventud a amar a Colombia. Martirizaron su familia. Eliminaron al gran esposo, al gran padre, al gran hermano, al gran hijo. Nos quitaron al joven estudioso, de carácter firme, de crítica argumentativa, de proposición soportada en razones", decía el mensaje enviado por el expresidente Uribe.

En el Congreso fue donde Miguel Uribe Londoño, padre del Uribe Turbay, dio su primer discurso. Allí dijo: "Hijo, le dejas muchas enseñanzas a los colombianos y al mundo. Yo les pido a todos que sigamos viviendo con las enseñanzas de Miguel y que, al actuar, pensemos siempre qué haría Miguel en esta situación. Fuiste un hijo ejemplar y cariñoso, fuiste siempre mi guía y mi maestre, por lo cual te doy infinitas gracias".

Luego de esto, se dio el traslado del féretro de Miguel hasta la Catedral Primada, donde se hizo toda la ceremonia religiosa en honor al precandidato. Uno de los momentos más emotivos de esta jornada se dio cuando su hijo Alejandro Uribe dejó una rosa blanca en el ataúd de su padre.
María Claudia Tarazona se dirigió a los asistentes en la Catedral Primada de Colombia durante el homenaje a su esposo. Destacó que Miguel sobrevivió dos meses en cuidados intensivos, donde luchó "como un titán, como un guerrero". Agradeció al equipo médico de la Clínica Fundación Santa Fe, incluyendo a los doctores Hakim, Yanny, Carrizoza, Ordóñez y otros, quienes "lucharon a su altura" y actuaron "como seres humanos".
Mencionó que durante ese periodo encontró consuelo en su fe: "Recibí a Dios en mi corazón (...) sin su presencia hubiera sido imposible soportar este dolor". Calificó como "la muestra de amor más grande de Miguel" el haber resistido para darle tiempo a prepararse espiritualmente: "Dios se lo concedió y hoy habita en mí (...) ese es el verdadero milagro".

Instó a continuar su legado político: "Miguel dejó sembrada la política decente sin negociar principios". Pidió a sus colegas honrarlo mediante una política "con propósito de servir", que acoja "distintas ideologías bajo el manto sagrado de la democracia, no de las armas".
Concluyó con un llamado a la unidad: "La muerte de Miguel no puede quedar en vano. Debemos luchar Unidos". A su esposo le dijo: "Gracias por amarme de la manera más intensa. Te amaré por el resto de mi vida". Prometió criar a sus hijos "sin odio" para vivir "como tú quisieras".
Por otro lado, el padre de Uribe Turbay fue más crítico en sus palabras e invitó al país a movilizarse. Denunció la reaparición de la guerra: "Primero, llevándose la vida de mi esposa y ahora la de mi hijo". Afirmó: "Sabemos quién promueve (la violencia) y quién la permite". Hizo un llamado a decir "no más" y a actuar con "serenidad, inteligencia y responsabilidad". Instó a derrotar "a la oscuridad" mediante la unidad nacional, pues "eso es lo que Miguel hubiese querido".

Convocó a responder con "civismo y patriotismo" para defender la democracia: "Movilicemos a la Nación. Este presente no puede ser el mañana".
Luego de esto se dio el traslado del ataúd de Miguel Uribe hasta el Cementerio Central, que sería ubicado en la alameda central.

Alrededor del ataúd, se reunieron su esposa, María Claudia Tarazona, sus hijos y los demás familiares y cercanos. Por temas de seguridad, no se permitió el ingreso del resto de los acompañantes. Allí se le dio sepultura luego de que sus familiares lo despidieran por una última vez.

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