“Empresas buscan estructuras tributarias estables frente a un marco que ha cambiado mucho”
Andrés González, socio de Derecho Tributario y Gestión Patrimonial de Mqmgld, aseguró que el área creció entre 35% y 40%, y el año pasado creció 25%
23 de diciembre de 2025
Este año, la quinta firma con más ingresos operacionales fue Martínez Quintero Mendoza González Laguado & De La Rosa, Mqmgld, reconocida en los niveles más altos de diferentes directorios especializados e internacionales como Chambers & Partners, The Legal 500 y Best Lawyers. Se destacó, en especial, su área tributaria, que recibió premios en los ITR World Tax y los Americas Tax Awards.
Andrés González, socio de Derecho Tributario y Gestión Patrimonial, habló sobre estos logros, los retos y el panorama tributario del país, el interés de las empresas colombianas en la gestión patrimonial y lo que vendrá para la práctica en 2026.
En 2025, el área tributaria recibió varios premios, ¿a qué se deben estos reconocimientos?
Yo creo que este año ha sido excepcional, y para mí se debe a dos elementos: la confianza de nuestros clientes y el trabajo duro de nuestro equipo. También al enfoque que tenemos en esta práctica, que yo lo resumiría en dos palabras claves: creatividad y practicidad.
¿Cómo vio el panorama del área en 2025, en comparación con los años pasados?
Desde la nueva fase de la firma que comenzó en 2018, hemos tenido años de crecimiento ininterrumpido y la práctica tributaria ha sido de las que más ha crecido en la firma. Hubo muchísimo trabajo en reorganizaciones internacionales, fusiones y adquisiciones desde el punto de vista tributario y también en materia de litigio fiscal.
¿Cuáles fueron las novedades tributarias y los retos que trajo 2025 para los clientes?
Yo creo que hay dos fuerzas que están influenciando la cantidad de trabajo que tiene la práctica tributaria. La primera es que hay un ambiente de inestabilidad política y económica, pero al mismo tiempo hay muchas oportunidades de negocios. Entonces, por un lado, hay un gran deseo de las empresas de contar con estructuras tributarias que les generen estabilidad frente a un marco que ha cambiado mucho; pero, por otro lado, siguen existiendo muchas oportunidades dado el tamaño de nuestro mercado.
¿En qué sectores ha visto mayor influencia de esa incertidumbre y necesidad por adoptar estructuras tributarias?
Yo identificaba tres. Nuestro sector extractivo, que ha sido objeto de impuestos particulares, pero que al mismo tiempo tiene el poder de estructurar nuevos proyectos de gas que el país necesita. El de energías renovables también ha tenido una proliferación de proyectos, pero también retos e incentivos fiscales que existen, pero que son de difícil aplicación y para los que se necesita una buena asesoría tributaria. Y tercero, hay muchas compañías colombianas que quieren vender en otros países, pero con una estructura tributaria que les funcione.
En 2022 y por esos años, el mejor negocio para un empresario colombiano era Colombia. Pero, ante lo que ha pasado en los últimos años, ahora buscan modificar su estructura y conquistar nuevos mercados.
¿Cuáles son esas nuevas oportunidades y en qué países las encuentran?
Les gusta mucho la estabilidad tributaria y jurídica, que es fundamental para los empresarios que buscan diversificarse, y el tamaño del mercado. Estoy viendo a muchas empresas colombianas buscando aumentar actividades en Estados Unidos, con toda la complejidad que eso tiene, porque, dado el tamaño del mercado, las reglas americanas son bastante estables. También hay una gran proliferación de negocios con España, con todo y que allá hay ciertos vaivenes por su Gobierno.
¿Cuáles fueron las actualizaciones jurisprudenciales tributarias más importantes del año?
A nivel normativo, pasaron cosas que requirieron actualizaciones, pero que no fueron muy a favor de los negocios. Concretamente, un estado de excepción, relacionado con el Catatumbo, que llevó a la creación de unos tributos por parte del presidente sin pasar por el Congreso, con el que se revivió el impuesto de timbre, por ejemplo.
Hubo otra medida del Gobierno, muy cuestionable a mi juicio, y por la que presentamos demandas que todavía están pendientes de fallo, que tiene que ver con ese aumento a la autorretención en varios sectores.
En temas de crecimiento, ¿cómo le fue al área tributaria?
El primer día que me uní como socio, el área tributaria éramos otra persona y yo, y hoy tenemos más de 20 personas de diferentes especialidades trabajando en temas tributarios. En crecimiento, yo diría que este año el área creció, sin exagerar, entre 35% y 40%, y el año pasado creció 25%. La verdad es que ha sido un tema exponencial, que, por supuesto, trae muchos retos porque el tema de crecer es seguir garantizando un trabajo creativo, un trabajo práctico y un buen servicio al cliente.
Mirando hacia 2026, ¿cuál es su proyección para el área?
En el área, hemos tenido logros muy importantes y ahora viene la responsabilidad de mantener la calidad, el buen servicio y la creatividad.
A nivel orgánico y de productos, tenemos la suerte de atender a varias de las familias más representativas; yo creo que va a haber mucho trabajo en temas de estructuras y protocolos familiares, en relación con ese reto generacional.
En un año de incertidumbre, también vamos a tener muchísimo trabajo en reestructuración de negocios colombianos, buscando dotarlos de mayor estabilidad jurídica y tributaria y de mayor diversificación.
Desafortunadamente, también me veo en un ambiente de mucho litigio. Yo creo que la caída de la reforma tributaria, y los no tan positivos escenarios de recaudo, van a generar necesariamente más fiscalizaciones y más medidas que buscan, de forma ilegal a mi juicio, que el Estado tenga más dinero antes de tiempo.
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