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Hacienda

"La mejor reforma tributaria es el crecimiento económico, con ello mejora el recaudo"

Juan Guillermo Ruiz, socio de Posse Herrera Ruiz, habló sobre el articulado que presentó el Gobierno y de la ponencia que será radicada

30 de septiembre de 2025

Juan Diego Murcia

jmurcia@larepublica.com.co

Canal de noticias de Asuntos Legales

Durante esta semana se espera que la ponencia de la reforma tributaria propuesta por el Gobierno sea radicada en el Congreso. Aunque la apuesta inicial de la administración del presidente Gustavo Petro pretendía lograr $26,3 billones, las negociaciones con el legislativo quedaron en un monto aproximado de $16,9 billones.

Juan Guillermo Ruiz, socio de Posse Herrera Ruiz y director del departamento de impuestos, aduanas y comercio exterior de la firma, habló sobre el articulado que presentó el Gobierno y aseguró que la mejor tributaria que puede hacer un Estado es el crecimiento económico.

¿Cuáles fueron las primeras impresiones que le dejó la reforma tributaria que presentó el Gobierno Nacional?

Yo creo que cuando uno revisa un proyecto de reforma tributaria, la primera pregunta que debe hacerse es de qué manera contribuye al desarrollo del país, a la proyección de la inversión y a la dinámica económica, o si solamente está focalizada en incrementar el recaudo.

En mi opinión, con la experiencia que yo tengo en la discusión tributaria a lo largo de las últimas décadas, podría decir que esta reforma realmente está, más que otras, focalizada exclusivamente en el recaudo. Y por tanto, económicamente, yo creo que es una reforma que no le conviene al país como está planteada.

LR

De llegarse a aprobar necesitaría cambios muy importantes en la orientación, de manera que sea una reforma que de verdad vaya en la línea de crear un sistema tributario equitativo y articulado, más no la colcha de retazos que hemos venido construyendo. Yo diría que es una reforma inconveniente, aunque tiene algunos temas que eventualmente podemos conversar que son positivos.

Cuando se radica un proyecto de reforma tributaria lo primero que hay que leer no es la exposición de motivos, sino el artículo de las derogaciones, que muchas veces es el corazón de la firma, ¿qué opina sobre las que incluyó el articulado?

La primera que me llama la atención es la derogatoria del componente inflacionario de los rendimientos financieros, que básicamente beneficia a las personas naturales. Los inversionistas tienen sus ahorros y sobre esa plata hay unos intereses, bien sea a través de cuentas financieras típicas o de fondos de inversión. Esos rendimientos financieros tienen un componente que representa la inflación de la economía y, por tanto, la pérdida de valor en el tiempo.

Ese componente a las personas naturales no se les graba con el impuesto de renta, y derogarlo me parece un error.

También yo destacaría una segunda derogatoria propuesta de la reforma que me parece muy conveniente, que es en materia de impuesto a los dividendos que reciben las personas naturales residentes en Colombia. Actualmente existe la posibilidad de hacer un descuento de 19 puntos en relación con la tarifa aplicable a la persona. Al eliminar ese descuento, lo que en la práctica va a ocurrir es que todo dividendo recibido por un residente va a estar grabado primero en la sociedad, que lo distribuye a la tarifa de 35% para las empresas en general. Luego, al momento de distribuir el dividendo, el impuesto se liquida en la curva progresiva y marginal de la persona, lo cual supone una doble imposición que lleva a la tributación a niveles muy superiores a 50%.

¿Es decir que, si las utilidades fueran un total de $100, la renta de la sociedad sería $35 y sobre los $65 sobrantes estarían sujetos a otros impuestos?

Correcto, así es. Eso para un inversionista extranjero no cubierto por un convenio de doble imposición. Umbrales de 55% combinados son tarifas que no son presentables en el ámbito económico internacional. No competimos para nada.

Cuando uno hace el análisis combinado de un inversionista colombiano con tarifa corporativa de 35% más la tarifa de impuestos a dividendos, nuevamente con su curva progresiva, está llevando a una tarifa combinada del orden de 62%, y si se tratara de los sectores sometidos a 50%, pues la tarifa para el residente, por ejemplo, en el sector financiero, estaría alrededor de 70%.

¿Qué sería lo bueno, lo malo y lo feo de esta reforma? ¿A dónde debe mirar el próximo Gobierno en materia tributaria?

Toda reforma tiene algo bueno, pero normalmente tiene muchas cosas malas y algunas feas. Yo diría que la parte positiva de la reforma es abrir la discusión en materia de exclusiones en el Impuesto al Valor Agregado, en el IVA. Este es un tema que los centros de pensamiento, los analistas económicos y los exministros de Hacienda han trabajado de manera extensa. Al Estado le cuesta $80 billones mantener las exclusiones actualmente vigentes en el IVA, ahí es donde se debe trabajar, lo que permitiría una reducción en el impuesto corporativo, a los dividendos y la eliminación del impuesto al patrimonio.

Cuando uno solo piensa en recaudar y no en atraer inversión, comete un error que van a pagar las vigencias fiscales futuras. Mi experiencia ha sido siempre que la mejor reforma tributaria que puede hacerse es el crecimiento económico y con ello el recaudo aumenta. Por tanto, no es indiferente plantear el hecho de que hacer reformas tributarias que faciliten la inversión y que generen dinámica de negocios, va a tener una incidencia positiva en el recaudo futuro.

¿Qué es lo malo de la reforma? Lo malo de la reforma claramente es la sobretasa en impuesto corporativo de algunos sectores y la sobretasa en la carga tributaria combinada de renta y dividendos. Eso es muy malo.

Por cada punto que se reduce la tarifa corporativa del impuesto a la renta, tiene un impacto de $2 billones en recaudo.

¿Y lo feo? Para mí es elevar la curva de tributación de las personas naturales hasta 41%. A veces lo comparan con la Ocde, pero eso solo sería razonable económicamente si no existiera toda la acumulación de cargas que les he comentado en dividendos y en patrimonio.

Algunos precandidatos dicen que no se requiere de una reforma tributaria, sino que alcanza con reducción de gasto, ¿es eso factible?

Yo creo que esa es una buena aproximación porque, en mi opinión, el país necesita una reforma que haga competitiva tributariamente a Colombia, y una reforma fiscal que ajuste el gasto a la realidad razonable de los ingresos posibles.

Cuando uno es una economía limitada como Colombia, no puede gastar como si tuviese el doble de los ingresos cuando esa no es la realidad. Eso es un principio aritmético que uno no termina de entender por qué siendo tan básico algunas personas no lo aceptan.

Yo creo que el país necesita una gran reforma fiscal que ajuste el gasto, que lo direccione y lo focalice adecuadamente, que disminuya la carga y el peso de del costo administrativo burocrático, de un Estado no siempre eficiente y que por el contrario dinamice la economía con medidas que atraigan la inversión. Esa combinación de reforma tributaria para la competitividad y de ajuste fiscal, puede ser el mecanismo adecuado.

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