“Era una invitada más en las reuniones”: ex vicedefensora

La funcionaria indicó en una carta que, entre otras cosas, su salida se debió a que “nunca se pudo establecer con usted (Carlos Negret) canales claros de comunicación”, además, porque sus funciones fueron ocupadas por el contratista Andrés Ricardo Chávez (que tiene un contrato de 341 días por $180 millones con la entidad), a quien Negret le permitió “tener incidencia en las decisiones misionales que por competencia me correspondían adoptar”.
Ante estos señalamientos, Negret publicó una carta a la opinión pública en la que contradice las afirmaciones de Jaramillo, afirmando que su carta tenía falsedades e imprecisiones e, incluso, dijo que le solicitó retirar la carta de renuncia que presentó a su despacho.
AL dialogó con María Clara Jaramillo para conocer su versión de los hechos.
¿Cómo se dio su salida de la Defensoría?
A mí me dio muy duro y yo no quiero entrar en controversias con el Defensor porque somos amigos. Además yo tengo mi consciencia muy tranquila, tengo los soportes de todo.
¿Cómo fue la intromisión de la que ha hablado?
Según el decreto 025 de 2014, la Vicedefensoría tiene a su cargo toda la parte funcional de la entidad, y, a las reuniones, el defensor citaba al doctor Chávez y a todos los directores y todos los delegados, entonces si eso no se llama interferencia... yo era una invitada más a las reuniones
¿Cuáles eran las funciones de Chávez?
En el contrato, que esta en la página web, dice “asesorar y apoyar al defensor del Pueblo en los temas que deban ser presentados al Congreso; en la formulación de mecanismos necesarios para establecer comunicación permanente”, entre otros.
El señor Chávez firmó su contrato el 24 de enero (por $180 millones) y nosotros tuvimos una reunión unos días antes, en la que él estuvo presente, sin ser parte de la entidad.
El Defensor dijo que le dejó nombrar personas, ¿fue así?
Nada. Solamente llevé a tres personas. Mi secretaria, una asesora que trabajaba conmigo desde la Cancillería y otro muchacho que también trabajaba conmigo. En la carta de renuncia menciono que me hicieron hacer todo un proceso de selección, con hojas de vida, que incluso llevaba el defensor Carlos Negret, porque yo qué hojas de vida puedo tener, acaso será las de mis alumnos, porque yo no soy política.
¿Y cómo terminó todo?
El 25 de enero me mandaron un sobre sellado a mi casa para que yo firmara, era un recurso de apelación a una sanción y yo me negué a firmarlo, porque además tenía fecha del 20 y me llegó hasta el 25, entonces yo no estaba de acuerdo jurídicamente con lo que contenía este recurso, porque querían acabarle la vida a un funcionario, y éticamente, yo no me presto para eso, y se lo comuniqué al secretario que no firmaba por varias razones y, en ese momento, decidí no ir más.
Y presentó la carta...
El 27 de enero presenté mi carta de renuncia y el 30 me la aceptaron.
¿Es verdad lo que dijo Negret de su salida de la Cancillería?
Es mentira porque yo tengo el chat donde le cuento al defensor el 28 de agosto, tres días antes de que se posesionara, que renuncié porque no estuve de acuerdo con subir un porcentaje a la entrevista en el curso de ingreso. Entrar a la Academia era la ilusión de los muchachos que aplicaron y después iban a decir que yo era la directora de la Academia cuando eso pasó. Por eso y porque no me parecía, no lo hice.
Usted sigue enseñando, ¿qué le han dicho sus alumnos?
A través de Facebook muchos de mis alumnos me escribieron bastantes mensajes de respaldo y de apoyo.
Antecedentes
Simón Hernández, analista político, señaló que durante los últimos tiempos se ha visto cierta inestabilidad en la entidad, ya que el año pasado renunciaron, el también vicedefensor, Esiquio Manuel Sánchez, quien inauguró el cargo creado en 2014, y el propio defensor Jorge Armando Otálora, tras el escándalo de acoso laboral.
“Puede que para la opinión sea invisible que se cambie de funcionarios porque la Defensoría no tiene tanta trascendencia como otras entidades, debido a que el ciudadano no entiende su función”, dijo el experto.
Las opiniones
Simón Hernández
Politólogo de la Universidad Nacional
“Puede que para la opinión pública sea invisible que se cambie de funcionarios porque la Defensoría no tiene tanta trascendencia como otras entidades, debido a que el ciudadano no entiende su función”.
Jairo Libreros
Analista político
“Los cortos circuitos institucionales afectan la reputación de la entidad y pueden mandar un mensaje de descoordinación. Los dos son profesionales intachables, pero esas diferencias debían tratarse en privado”.
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