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Actualidad

La adherencia en política sería la opción de participación de las Farc

06 de noviembre de 2013

Mateo Jaramillo


Canal de noticias de Asuntos Legales

El Gobierno Nacional y los delegados de la guerrilla de las Farc anunciaron desde el Centro de Convenciones en La Habana, Cuba, un acuerdo histórico en torno a la participación política del grupo guerrillero.

Así, una vez se firmen las garantías sobre el fin del conflicto, tendrían circunscripciones especiales de paz transitorias con las cuales habría representantes a la Cámara en varias regiones del territorio nacional.

Aunque en las declaraciones de los delegados en Cuba no se habló de cómo sería la creación y la forma de participación de las Farc, el reto del grupo guerrillero será consolidar una fuerza política capaz de contrastar la desfavorabilidad de su imagen en las encuestas nacionales.

Analistas aseguran que la mejor estrategia electoral sería agruparse con un movimiento existente con el objetivo de recuperar el apoyo de ciertos sectores nacionales y adquirir nuevos adeptos con una cara renovada.

Desde la mirada del mercadeo político, la profesora de la Universidad del Rosario, Bibiana Clavijo, explica que la mejor estrategia electoral es la alianza con organizaciones consolidadas como la Unión Patriótica o el movimiento Marcha Patriótica.

“Con el sello de las Farc, que es una de las instituciones más desprestigiadas del país, y desde la perspectiva del marketing electoral, que no necesariamente es la ideal para la democracia, lo mejor que pueden hacer los miembros del grupo guerrillero es agruparse con un movimiento ya existente”, dice la profesora.

Así mismo, Clavijo indica que aliarse con un partido, es crear “un cimiento para que ellos no arranquen desde cero”, debido a que “en la medida en la cual se presenten en un único colectivo, tendrán mayores oportunidades electorales”.

Por su parte, la investigadora del Centro de Estudios Políticos e Internacionales de la Universidad del Rosario, Beatriz Franco, afirma que tanto la creación de un nuevo partido político como la adherencia a un movimiento existente es bastante complicado para la participación de las Farc.

“Aunque de cualquiera de las dos formas es bastante difícil, siempre es mejor contar con experiencia y con un camino recorrido, es mejor llegar a donde algo se ha hecho y donde hay una organización establecida”, dice Franco.

Conclusiones del segundo punto
Como indicaron ambas partes en las declaraciones que dieron en La Habana, el acuerdo sobre el punto dos de la agenda de negociaciones sobre la participación política de las Farc se fundamenta en garantizar la inclusión ciudadana a todos los sectores y la creación de un estatuto de la oposición para todos los partidos políticos, lo que haría fácil el fortalecimiento de la democracia.

En su declaración, el jefe de la delegación del Gobierno, Humberto de la Calle, manifestó que “la nueva apertura democrática para la paz requiere cumplir el viejo anhelo de consolidar los derechos de la oposición, reconocer y tramitar pacíficamente la irrupción de los movimientos sociales, lograr que la garantía del derecho a la protesta no implique el menoscabo de los derechos de quienes no participan en ella, abrir la puerta a nuevos partidos e introducir mayor equidad en la regulación de los mismos”.

En cuanto a las circunscripciones especiales, el vocero del Gobierno declaró que “están concebidas para que ejerzan su libertad de elegir y ser elegidos, para que puedan expresarse sin la intimidación de la violencia sin que esto además disminuya la representación habitual de los departamentos”.

De la Calle explicó que los pormenores sobre la formación y vinculación de las Farc en el escenario político tendrá que presentarse en “el punto tres de la agenda, es decir, estará relacionado con la dejación de armas y la reincorporación a la vida civil y política”.

Pulso político de los ciudadanos
Justo el mismo día en el que los delegados en Cuba mostraron las conclusiones sobre el segundo punto de los diálogos de paz, el Barómetro de las Américas, proyecto de opinión pública de la Universidad de los Andes y la Universidad de Vanderbilt, presentó los resultados de la encuesta nacional sobre la percepción de los colombianos con respecto al proceso de paz. El análisis de las cifras deja ver que existe un apoyo mayoritario a una salida negociada con la guerrilla (71,6% en zonas de conflicto y 58,1% en muestra nacional) y una acogida similar al actual proceso con las Farc en La Habana. Sin embargo, existe un escepticismo mayoritario hacia el éxito una solución negociada en el plazo de un año.

Además, en el escenario político, la desaprobación es mayoritaria hacia la conformación de un partido político por parte de las Farc (65% en zonas de conflicto y 71% en muestra nacional), pero con una aceptación de los miembros del grupo insurgente en el poder público.

Las garantías de la oposición
Los miembros de las Farc recuerdan con vehemencia el oscuro episodio de la democracia colombiana conocido como el ‘exterminio de la Unión Patriótica’, en el cual murieron cerca de 3.000 líderes del movimiento que nació como fruto de las negociaciones con el gobierno de Belisario Betancur; luego de haber alcanzado seis senadores, nueve representantes a la Cámara, 18 diputados y más de 300 concejales.

Por eso es la prioridad del Estatuto de la Oposición como fundamento para los acuerdos, y el trabajo jurídico que se adelanta desde el Gobierno Nacional como la reunión del martes pasado entre los ministros del Interior, Aurelio Iragorri, y de Justicia, Alfonso Gómez Méndez, con los líderes de la Unión Patriótica para analizar las medidas necesarias para la restitución de sus derechos.

Pese a las dificultades y las oposiciones, la historia reciente de Colombia es ejemplo de los avances políticos una vez los insurgentes dejan las armas.

Por ejemplo, la guerrilla del M-19 y su desmovilización, en la cual, como lo explica Antonio Navarro, constituyente de la carta magna de 1991 y excombatiente del grupo insurgente, “la experiencia nuestra señala que si se firma la paz, con seriedad, hay posibilidades de conseguir resultados electorales buenos y apoyo en la ciudadanía”.

Antecedentes
Ayer en la mañana, el jefe de los delegados del Gobierno Nacional, Humberto de la Calle, presentó las conclusiones sobre el punto dos de la agenda de los diálogos que se adelantan en La Habana, Cuba. La inclusión ciudadana y el estatuto de la oposición serían el fundamento de la participación política de las Farc a través de circunscripciones especiales de paz transitorias con las cuales tendrían curules en la Cámara de Representantes.

A un año del inicio de los diálogos en Cuba, es la primera vez que presentan conclusiones sobre los puntos de la agenda, pues el primer acuerdo, sobre una política agraria, no se presentó.

Las opiniones

Antonio Navarro Wolff
Constituyente de la carta de 1991 y excombatiente del grupo m-19

“La experiencia nuestra (como miembros del M-19) señala que si se firma la paz con seriedad hay posibilidades de conseguir resultados electorales buenos. Nosotros tuvimos mucho apoyo electoral sobre todo en la primera etapa”.

Bibiana clavijo
Experta en marketing electoral de la universidad del rosario

“Desde la perspectiva del marketing electoral, que no necesariamente es la ideal para la democracia, lo mejor que pueden hacer las Farc es agruparse con un movimiento ya existente. Porque como institución, es una de las más desprestigiadas del país”.

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