Durante la investigación, la Superindustria encontró cuatro referencias de productos alimenticios que tienen su tabla nutricional en inglés u otros idiomas diferentes al español. Con este hecho la compañía estaría violando los artículos 23 y 24 de la Ley 1480 de 2011 (Estatuto del Consumidor) que obligan a los proveedores a suministrar a los consumidores información veraz y suficiente sobre los productos que se ofrecen.
De comprobarse la culpabilidad de la compañía portuguesa, esta podría enfrentar una sanción hasta por $1.232 millones.
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