Agregue a sus temas de interés

Agregue a sus temas de interés Cerrar

martes, 27 de julio de 2021

Según los abogados consultados, las dilaciones se presentan por problemas con las adjudicaciones de bienes durante la liquidación

Los procesos de insolvencia son difíciles y las empresas deben tener en cuenta varios aspectos antes de llevar a cabo alguna de sus dos modalidades: reorganización o liquidación. Según datos de la Superintendencia de Sociedades, hay una serie de procesos que, con corte a diciembre de 2020, completaron más de 15 años en procesos de insolvencia. Asuntos Legales le presenta el top 10 de los procesos más antiguos, además de cuáles son las consideraciones legales sobre las liquidaciones y reorganizaciones de compañías.

Procesos más antiguos

Se debe aclarar que los procesos que serán descritos a continuación pertenecen a un último reporte a finales de 2020, pues muchos de ellos ya pudieron finalizar en lo que va del presente año. Sin embargo, resulta curioso que la acción más vieja de insolvencia hasta diciembre del año pasado data de 2004.

Bajo el nombre de Andrés Alberto Larrea Arango, este proceso, perteneciente al macrosector de servicios, tuvo una dilación de 16 años y tenía por objetivo alcanzar una reorganización empresarial. En términos de liquidación, vale la pena resaltar que Refinería del Nare S.A. es la segunda empresa con la insolvencia más antigua, pues el proceso se empezó a tramitar en 2006.

Otras empresas empezaron sus trámites de liquidación dos años después, en 2008, y hasta finales del año pasado todavía figuraban como casos no cerrados en los reportes de la Supersociedades. Este es el ejemplo de C.I. Plantaciones Delta Ltda y Fondo Ganadero del Putumayo S.A, las cuales pertenecen al sector de la agricultura y ambas llevaban a cabo fines de liquidación empresarial.

¿Por qué se da la dilación?

Con base en estos datos, se consultó con algunos expertos sobre el tema que explicaron los posibles motivos para que haya procesos con más de 15 años de antigüedad. Juan Sebastián Gaviria, asociado senior en Nieto Abogados, afirmó que el fenómeno puede ser explicado por los activos que se deben liquidarse.

“Hay unos activos que son más fáciles de liquidar en el mercado como lo es un bien inmueble que, por ejemplo, sea utilizado en unas tierras destinadas para un proyecto agroindustrial. En un caso como este puede ser un poco más fácil para un comprador poner la plata para poner los recursos para la liquidación”, dijo.

Gaviria añadió que en otros casos los liquidadores pueden presentar objeciones durante el proceso y las audiencias pueden generar retrasos ante la Supersociedades mientras los acreedores exponen a acuerdos para llegar a la adjudicación de los activos. “Los procesos de adjudicación pueden ser tareas titánicas porque hay cientos de acreedores y la adjudicación de inmuebles, vehículos y utensilios de oficina entre varios acreedores puede ser muy dispendioso, en especial, porque las partes involucradas pueden oponerse a dichas adjudicaciones”, agregó.

Cuando se le preguntó al abogado si hay un tiempo límite para llevar a cabo un proceso de insolvencia, Gaviria dijo que la ley no tiene una disposición en cuanto a las demoras en los procesos. Se trata de poner algunos mecanismos para darles celeridad; por ejemplo, cuando no se logra una negociación de adjudicación por parte del liquidador, el proceso trata de no estancarse con la participación de la Supersociedades que puede mediar la adjudicación. Pero más allá, es difícil tener herramientas que permitan dar celeridad al trámite porque tiene unas dificultades prácticas que no son fáciles de sortear”, dijo.

Tipos de insolvencia

El reporte de la Supersociedades no solo incluye liquidaciones, sino también reorganización empresarial, proceso que también hace parte de la insolvencia. Sobre el tema, Juan Antonio Vallejo, socio de litigios y responsable de asuntos societarios en Nieto Abogados, explicó que el proceso de liquidación es distinto porque tiene por objeto la repartición de los activos de una sociedad a sus acreedores internos y externos.

En cambio, la reorganización “tiene por efecto tratar de recuperar y reajustar y reestructurar la deuda de una empresa que en un momento específico tiene unas dificultades financieras para reestructurar su deuda y poder sacar adelante el proyecto empresarial”, dijo el abogado.

Vallejo agregó que las personas tienen una falsa creencia de que insolvencia es sinónimo de liquidación y no debería ser así, pues los procesos “tienen objetivos, procedimientos y finalidades distintas”.}

LOS CONTRASTES

  • Juan Pablo Liévano Superintendente de Sociedades

    “El aumento en el número de admisiones demuestra cómo la entidad ha venido actuando de forma rápida y eficaz en beneficio del sector empresarial afectado por el covid-19”.

  • Juan Antonio VallejoSocio en Nieto Abogados

    “La Supersociedades tiene un compromiso de dar celeridad a los procesos que maneja, pero ha tenido un reto gigantesco causado por la llegada del virus al país”.

Equipos de insolvencia

Gaviria aseguró que la delegatura de insolvencia es una de las más robustas en cuanto a equipos porque tienen un trabajo muy alto. Para un procedimiento de este estilo se necesitan varios equipos que revisen la viabilidad de los procesos, además de los análisis correspondientes. “Además del juez que valida la acción, se delegan grupos especializados que siguen de cerca el acuerdo con el fin de corroborar su cumplimiento según el tipo de insolvencia empresarial”, dijo.

LA REPÚBLICA +

Registrándose puede personalizar sus contenidos, administrar sus temas de interés, programar sus notificaciones y acceder a la portada en la versión digital.