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lunes, 25 de enero de 2021

El arbitraje internacional es el mecanismo más utilizado en la industria energética para la solución de conflictos.

Imaginemos que la calidad de vida a la que estamos acostumbrados, tan dependiente del fácil acceso a la energía, fuese solo una utopía.
Desarrollar, generar, y distribuir energía hace de esta industria una de las industrias más grandes y complejas del mundo (petróleo, gas, carbón, hidroelectricidad, nuclear, renovables), con un consumo que aumenta junto con la población mundial y su demanda. Suplir la energía que el mundo requiere de inversiones billonarias anualmente; de acuerdo con la Agencia Internacional de la Energía, en el 2019 se invirtieron, aproximadamente, US$1.891 billones americanos en la industria energética – veinte veces el presupuesto del Estado Colombiano.

Esta combinación de impacto económico y político, sumado a que, en esta industria participan los dos agentes entre los cuales, históricamente, se generan más disputas: el Estado y los privados, ha generado la necesidad de contar con un mecanismo de solución de disputas que sea neutral, flexible, imparcial y que se acople a sus complejidades específicas. Es por ello que el arbitraje internacional se ha convertido en el mecanismo preferido por la industria para la solución de la gran variedad de conflictos que se presentan en ella. Así, la cláusula compromisoria se ha vuelto una cláusula “obligatoria” para la mayoría de los contratos de esta industria.

En la práctica, las disputas en la industria energética dan lugar a dos tipos de arbitraje internacional: arbitraje de inversión y arbitraje comercial. El primero es aquel por medio del cual se resuelven disputas entre inversores extranjeros y el Estado anfitrión, basándose en un tratado internacional celebrado entre dos o más estados. Este mecanismo le garantiza al inversor extranjero que tendrá acceso a árbitros independientes. El arbitraje comercial, por su parte, es el utilizado para dirimir controversias en materia comercial y es preferido por las partes por la especialidad de los árbitros, por su neutralidad y confidencialidad.

Al momento de negociar una inversión con un Estado, este suele ofrecer condiciones favorables que hacen la inversión más atractiva. Las disputas en materia de arbitraje de inversión, en su mayoría, surgen cuando el Estado receptor de la inversión desmejora las condiciones económicas bajo las que inicialmente se realizó la inversión. Un ejemplo perfecto de esto es el caso de España, que cambió drásticamente el régimen de promoción introducido para las energías renovables en el 2007 y ahora esta siendo demandada por todas las compañías que se apoyaron en ellas para invertir en el país.
Por otro lado, los conflictos que surgen en arbitraje comercial suelen ser desde disputas contractuales comunes, hasta aquellas surgidas de medidas estatales. Así mismo, se puede establecer que la mayoría de las disputas se generan en los siguientes sectores:

1.Proyectos de construcción
2.Proyectos de energías renovables
3. Proyectos de petróleo y gas

En el 2019, la Cámara Internacional de Comercio (“ICC”) reportó que las disputas dentro de los sectores de construcción / ingeniería y energía generaron el mayor número de casos de arbitraje de la ICC en 2019 y, como en años anteriores, representaron aproximadamente el 40% del número de casos de la ICC.

El panorama de la industria es uno de continuo crecimiento, que, con seguridad, resultará en un auge de arbitrajes en la industria los próximos años. Por ende, todos aquellos que de alguna manera se desempeñan en este medio tienen la obligación de mantenerse actualizados y en continuo aprendizaje, para poder enfrentar la creciente complejidad que los aguarda a la vuelta del camino.