martes, 1 de agosto de 2023

El agua es la fuente máxima de vida y su importancia radica en que permite la existencia de la humanidad. Actualmente, se están llevando a cabo discusiones cruciales sobre cómo asegurar un presente y futuro sostenible para este recurso.

La ONU ha adoptado el Primer Tratado Internacional para la Protección del Altamar. En caso de que este tratado sea ratificado en Colombia, se fortalecerán nuestras fronteras marítimas tanto en el océano Atlántico como en el Pacífico. Permitirá una protección especial para toda la humanidad y las diversas especies que habitan en estos océanos, reconociendo así su valor en nuestro país.

Ahora bien, la decisión de la CIJ que niega las pretensiones de Nicaragua sobre la extensión de la plataforma continental es un logro para las comunidades raizales de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Esto impulsa a Colombia generar estrategias relacionadas con la sostenibilidad financiera, social y ambiental de estas comunidades que se ven directamente relacionadas con el océano Atlántico.

También es importante mencionar que, así como el mar está ajustando su protección jurídica nacional e internacional, no podemos dejar de lado la importancia de la protección de nuestros ríos en Colombia.

El Río Atrato, Magdalena, Amazonas y Cauca, cuentan con protección especial por pronunciamientos de la Corte Constitucional. Sin embargo, es necesario una política de Estado y una protección por parte del legislador para garantizar que los territorios por donde pasa el río y las distintas especies haya una garantía de derechos humanos que permita su estabilidad y supervivencia.

El agua tiene un valor sagrado y espiritual para nuestras comunidades negras e indígenas en el Chocó. Necesitamos que toda nuestra nación comprenda su importancia como nuestro pulmón y su conexión intrínseca con nuestros sentidos.

Querido lector, siguiendo este análisis, ¿A qué nos comprometemos? Sí, usted y yo. Reflexione sobre su entorno e imagine la importancia de proteger el agua. Tenga en cuenta que esto permitirá darle valor a la equidad y justicia ambiental. Colombia es un paraíso cultural y ambiental, este país nos necesita para ser una potencia de desarrollo.

Este es nuestro momento para preservar, pero nuestro fin es lograr que sea sostenible para nosotros y generaciones futuras. El agua está en nuestras manos, no dejemos que se escape entre los dedos.