martes, 6 de julio de 2021

Uno de los temas más complejos e interesantes del derecho deportivo son los litigios que se realizan ante el tribunal arbitral del deporte o ante las diferentes entidades de Fifa. En menos de 15 años se empezó enviando cada documento, en físico, vía servicios de mensajería internacional bastante costosos y no siempre eficientes. Luego fue el fax que mejoraba la velocidad de días a minutos o como mucho a horas con costos altos habida cuenta las tarifas internacionales de teléfono. Finalmente, en la actualidad, se hace mediante correo electrónico o un centro de archivo bastante eficiente en el caso del Tribunal Arbitral del Deporte por medio del cual cada abogado litigante tiene una “casilla de correo” donde deposita sus documentos y recibe comunicaciones de cada uno de sus procesos.

Los beneficios son indudables, los costos y la agilidad en el trámite han mejorado de manera considerable. Es una administración de justicia súper especializada que empezaba a ser bastante lenta. Esto requiere una cultura de buena fe que permite creer en la contraparte y en el juzgador. Los términos se cuentan en días normales (no hábiles) se manejan diferentes husos horarios. Todo funciona fluidamente para que al final se decidan los asuntos de fondo.

La semana pasada el Tribunal Federal Suizo anuló un laudo del Tribunal Arbitral del Deporte por una disputa entre los clubes Atlético Nacional y Cortuluá por un negocio por el jugador Fernando Uribe y que parece le cuesta al club de Medellín algo más de cinco millones de dólares. Son muchos los rumores y comentarios, pero hasta el momento de escribir esta columna creo que no ha salido el fallo completo. Basta decir que las causales de anulabilidad de los laudos son escasas y de difícil aplicación. Estas son: designación irregular del panel; determinación inadecuada competencia del tribunal; decisiones del tribunal extra petita o el silencio sobre algún punto importante del pleito por parte del panel: por vulnerar el derecho de igualdad de las partes y finalmente, si la decisión es contraria al orden público suizo. Ni idea cual será la causa esgrimida, lo cierto es que el fallo del Tribunal Arbitral del Deporte se cayó y se revivió el dictado en Colombia.

Es entendible que la parte afectada no quede conforme con la decisión del Tribunal Federal Suizo, más aún cuando se habla de sumas superiores a los cinco millones de dólares sin contar con los intereses. Lo que resulta insólito es pretender crear nuevas instancias para intentar cambiar una decisión que desde mi punto de vista esta vez si ya es final.

El derecho deportivo es bastante especializado; puede ser que sean los mismos códigos, pero lo específico del deporte hace necesario un entendimiento pleno de actividad, reglamentos y por supuesto ley y constitución. Hay abogados muy importantes en otras disciplinas que toman decisiones totalmente desacertadas en temas deportivos. Seguramente el procedimiento del Tribunal Arbitral del Deporte es similar a muchos otros con sede en Bogotá, Nueva York o París. No quiere decir esto que los juristas exitosos, puedan sin mayor estudio y esfuerzo entrar a este terreno.

Los negocios del fútbol, como se ve en el caso comentado son de muchos millones, es saludable tener tribunales independientes y competentes que los resuelvan con abogados que entiendan las dificultades de estos asuntos y lo complejo que resulta aplicar la ley en situaciones desconocidas como puede ser el fútbol o el levantamiento de pesas.