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lunes, 15 de febrero de 2021

El Cúcuta Deportivo parecería que desapareció del fútbol profesional colombiano. Tutelas y demás argucias para intentar revivir un equipo que durante mucho tiempo hizo caso omiso de sus obligaciones laborales y de toda índole. Dimayor y Federación ignoraron o no pudieron hacer nada para que ese equipo pagara sus deudas. En estos momentos las redes sociales están llenas de quejas de jugadores que, durante un año, dicen ellos, trabajaron sin cobrar un solo peso.

¿Esto se puede evitar?

Desde mi punto de vista, sí, claro que sí. Fifa, la legislación laboral, los reglamentos de la Federación Colombiana de Fútbol y los buenos oficios del Ministerio del Deporte tienen herramientas jurídicas para evitar esta situación, solo falta un poco de voluntad de quien deba hacer efectivos estos procedimientos para evitar tal bochorno.

Es importante que los clubes tengan cierta disciplina financiera; no puede ser que todos los equipos, grandes y chicos se monten en una espiral inflacionista para intentar contratar jugadores. La ecuación no es muy difícil; cada año, de manera bastante aproximada con la realidad los equipos de fútbol pueden proyectar sus ingresos. Taquillas, televisión, contratos comerciales y alguna transferencia internacional de un jugador; esto permite hacer un presupuesto para planificar el pago adecuado de obligaciones, principalmente de salarios que son el mayor rubro de egresos de un club. En pocas palabras, intentar cubrir con ingresos ordinarios los gastos ordinarios. Lo anterior no es nada diferente al fair play financiero que durante ya hace unos años se viene desarrollando en Europa y que la semana pasada indicó el presidente de la Dimayor que se pretende implementar por estos lados.

Sin lugar a dudas es necesaria su implementación, pero desde ya veo obstáculos para que en realidad se logre la tan anhelada transparencia financiera y control. Este reglamento se deberá aprobar en asamblea general lo que de entrada es un asunto difícil. El licenciamiento de clubes de Conmebol que desde hace ya varios años se debe venir aplicando tenía varios temas financieros que buscaban evitar casos como el del Cúcuta. Este programa no ha sido efectivo.

Dice el presidente que se trata de un asunto de autocontrol y es allí donde no le veo futuro al asunto, esta palabra es ajena a varios clubes como, nuevamente, el Cúcuta y su presidente que en varios clubes ha hecho mas o menos lo mismo; por otra parte, no veo, como hasta ahora que Dimayor vaya a sancionar a los clubes infractores de la norma. Ojalá esté equivocado y sea el inicio de un capítulo nuevo donde los clubes paguen lo que deben. Hasta el momento lo que veo son deudas sin pagar y demandas ante juzgados ordinarios, tribunales arbitrales y autoridades deportivas de clubes y jugadores que permanentemente son defraudados por sus empleadores y deudores.

Ojalá que este programa no sea el inicio de dobles contabilidades, contratos de trabajo “en negro” muy usuales en otros países que permiten saltar cualquier norma y eludir controles. Es un tema de autocontrol, difícil y a veces doloroso que le permitirá a algunos clubes tomar decisiones como dejar ir a un jugador o simplemente no entrar en la puja salariar por determinada estrella que vuelve de Europa. Esperemos que se implemente y funcione para mejorar nuestro muy alicaído fútbol.