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lunes, 23 de octubre de 2023

La semana pasada el Comité Olímpico Internacional indicó que va a renovar sus estatutos y demás reglamentaciones para permitir que los deportistas puedan expresar libremente sus opiniones. Personalmente, dudo mucho de las buenas intenciones de cualquier entidad deportiva que quiera permitir que sus deportistas o dirigentes puedan expresar sus opiniones libremente.

Las organizaciones deportivas son entidades cerradas, burocráticas que solo aceptan opiniones políticas si están de acuerdo con los dictámenes del que manda.

Hay varios ejemplos donde por razones políticas los deportistas no pueden participar en competencia por razones totalmente ajenas a su conducta o sus opiniones.

El hecho de que Rusia invada a Ucrania, situación lamentable desde todo punto de vista rotuló en el deporte dos bandos, los buenos, los ucranianos y los malos los rusos y por el solo hecho de tener un pasaporte, sin que el deportista haya expresado la menor palabra ni apoyado o rechazado la actuación del presidente agresor o del defensor fueron expulsados del deporte.

Más extraño es el caso de los deportistas rusos luego de que se descubrió la trama de dopaje que este país y su comité olímpico practicó para los juegos olímpicos de Sochi. En este caso se sancionó por dopaje nuevamente por nacionalidad. Cualquier deportista que hubiera competido por Rusia se sancionó por dopaje, por nacionalidad. El tribunal arbitral del deporte ha tenido que deshacer este entuerto. Aun en temas del dopaje debe existir un pequeño indicio de cometer una infracción y no es precisamente la nacionalidad.

Una norma del código disciplinario de FIFA, seguida muy de cerca por las federaciones nacionales, indica que se podrán imponer medidas disciplinarias a toda persona que “adopte una conducta que desprestigie al fútbol o a la FIFA”. Esto nuevamente puede ser todo o puede ser nada. Muchísimos participantes del fútbol organizado han adoptado conductas que han desprestigiado el fútbol y siguen allí como si nada. Eso sí, cuando un presidente dijo a la prensa que River Plate era un equipo consentido por la Conmebol se inició un proceso disciplinario por, precisamente, elevar afirmaciones que desprestigian al fútbol.

Es desesperante ver como hoy en día los jugadores y directores técnicos responden a las entrevistas de los poco imaginativos periodistas con las mismas estrofas aprendidas desde hace ya mucho, pues en este tiempo de lo políticamente correcto y la discrecionalidad que tienen las autoridades para sancionar a un deportista porque opinó de una manera que no le gusta al dueño del fútbol puede verse sancionados por algo que dijo o que entendió de determinada manera un dirigente.

Vemos día a día como se insulta personalmente a presidentes de la república, a dueños de compañía, como se les dice ignorantes, ladrones y se le inventan las más absurdas situaciones sin que pase nada, en el fútbol y en general el deporte los deportistas no pueden opinar de nada so pena de verse sancionados por la liga, la federación o el propio club.

Hace poco Manchester Untes sancionó a su jugador Jadon Sancho por haber escrito un twitter en el que se quejaba de cierta información que daba su club. Decía “¡por favor, no creas todo lo que lees!” El jugador, transferido al equipo de Old Traffor por mucho dinero fue condenado al ostracismo por su director técnico, que consideró poco adecuadas las palabras utilizadas por el inglés.

En resumen, en el deporte no se opina de nada para evitar problemas. Esperemos que esto cambie.