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lunes, 13 de diciembre de 2021

Lo ocurrido en el partido Unión Magdalena contra Llaneros hace necesario estudiar un poco lo que dice FIFA frente a una situación de amaño de partidos y lo que el Tribunal Arbitral del Deporte ha fallado.

El código disciplinario de FIFA describe como sujeto activo de la MANIPULACIÓN DE PARTIDOS a “Las personas que, directa o indirectamente, por acción u omisión, influyan de forma ilícita o manipulen el curso de un partido o competición, su resultado o cualquier otro aspecto de los mismos”. Pueden ser jugadores, árbitros, técnicos, directivos o un tercero que nada tiene que ver con el fútbol, por ejemplo un apostador. Por acción o por omisión, dejarse meter un gol o defender de manera inadecuada está dentro de la descripción de la falta. Y puede ser dar (o recibir) para ganar o perder. Un periodista amigo dice que filosóficamente no es lo mismo recibir para ganar que para perder, si bien me parece un poco elegante el concepto, para FIFA y en general para el fútbol es igual recibir dinero para dejarse ganar que para hacer todo el esfuerzo para ganar.

La sanción para esta conducta, según FIFA “al menos cinco años de prohibición de ejercer actividades relacionadas con el fútbol, así como con una multa mínima de 100 000 CHF. En los casos graves, el período de vigencia de dicha prohibición será más largo o incluso vitalicio.”

Estamos pues en presencia de una falta realmente delicada que implica para sus infractores condenas fuertes. Si bien se trata de un código FIFA que no puede ser aplicado al partido mencionado, es un buen ejemplo de la sanción que, de probarse, debe ser aplicada.
Siguiendo un poco con lo local y un poco con lo internacional; para FIFA hay una “obligación para colaborar” de todas las personas implicadas y como lo indica el código disciplinario “…si las partes retrasan deliberadamente sus respuestas, el presidente del órgano judicial podrá, previa advertencia, imponerles medidas disciplinarias…” Y esto va en contra de lo que ocurrió en Colombia que los jugadores implicados se negaron a acudir a el llamado de la Federación, hecho más difícil de entender pues con las tecnologías y lo aprendido durante la pandemia se podía hacer de manera virtual.

Últimamente hay varias alertas de partidos manipulados pues se revisan las tendencias de las apuestas y se puede afirmar con cierto grado de certeza que determinado partido puede o está siendo manipulado. En Colombia existen estas alertas.

El tribunal arbitral del deporte ha analizado de manera cuidadosa el tema probatorio de esta conducta; en los últimos años varios laudos han salido sobre el tema. Uno de un arquero (CAS 2018/A/6075) en el que se analiza la carga de la prueba para estas situaciones e indica que se debe establecer los hechos relevantes “a la cómoda satisfacción del fallador (comfortable satisfaction) teniendo en cuenta la gravedad de la alegación que se hace”. En este caso indicó el panel que no es lo mismo cometer errores de partido (en este caso del arquero en cuestión) que afirmar que hay intención de manipular el partido.

La prueba no es sencilla, el fútbol es un deporte de conjunto donde no es tan fácil que un solo jugador manipule el marcador, adicionalmente hay malas jugadas o decisiones en cancha que no pueden ser consideradas como maliciosas así se aparten de manera importante de la normalidad. Para concluir, se espera una buena investigación por parte de las autoridades colombianas que logren demostrar mediante un proceso adecuadamente qué fue lo que ocurrió en ese partido.