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lunes, 2 de marzo de 2020

Las diferencias son abismales, el dinero y el poder de un equipo como el Manchester City, contrasta con lo que representa el Cúcuta Deportivo, hay una distancia que los separa, el dinero, pero por organización tienen algo que los relaciona, o al menos que los debería relacionar. El sistema de licenciamiento de clubes de Uefa, se instauró básicamente para que los clubes cumplieran con sus obligaciones, principalmente con sus jugadores. Este sistema la semana pasada sancionó al Manchester City con dos años sin poder participar en competencias europeas, no por no pagar o no cumplir sus obligaciones, nada de eso, lo sancionó por gastar mucho. Puede que sean las reglas, pero al menos personalmente me resulta absurdo que sancionen a un equipo porque su dueño, con dinero limpio decida invertir o gastar miles de millones de libras en jugadores. Es el sistema de licenciamiento de clubes y hay que cumplirlos, pero no me gusta que se castigue a quien intenta mejorar el espectáculo.

El mismo sistema de licenciamiento de clubes se implementó en Sudamérica por la Conmebol, en este caso, para todo lo contrario, intentar que los clubes paguen y se organicen un poco.

Y es acá donde empiezan algunas relaciones entre estos dos tremendamente diferentes equipos. El Cúcuta Deportivo, equipo que debería obtener una licencia para jugar campeonatos de Conmebol está sujeta a las disposiciones que a este respecto dicta esta entidad, para poder participar en campeonatos como Copa Libertadores y Copa Sudamericana, que como ya dije tiene como uno de sus pilares fundamentales que los equipos cumplan sus obligaciones laborales.

Dice el reglamento de licenciamiento de clubes que en los libros de contabilidad de los clubes “se dé cuenta de todas las remuneraciones pagadas a los jugadores en virtud de obligaciones contractuales o legales y de todos los ingresos procedentes de la venta de entradas; así como el pago a terceras partes y las inversiones realizadas en las Divisiones Formativas” es decir que debe cancelar sus obligaciones, con especial énfasis en las laborales que cada equipo tiene con sus jugadores profesionales.

Desde hace ya algún tiempo, el Cúcuta Deportivo tiene salarios atrasados con sus jugadores, con visitas del Ministerio de Trabajo y con Pliego de Cargos por investigación adelantada por el Ministerio del Deporte y, como ocurre muchas veces, todo sigue igual, el equipo deambula por el campeonato sin pena ni gloria y los jugadores, periodistas y aficionados solo pueden quejarse de esta situación. Además, Fifa y la propia Federación han intentado por todos los medios que esto no ocurra, en sus reglamentos se centran sanciones para los equipos “mala paga”, pero hasta ahora y como muchas veces ha ocurrido, nada ha pasado.

Así es el fútbol, castiga a quien invierte, tal vez mucho, pero invierte en el fútbol y desvía la mirada de quien, a pesar de recibir dinero por concepto de televisión, boletería y otros tantos rubros, decide no cumplir con sus obligaciones.

Por ahora solo resta esperar a que el equipo que decide pagar tenga una decisión en segunda instancia ante el Tribunal Arbitral del Deporte, quien determinará si la sanción impuesta al Manchester City debe mantenerse. Y por el otro lado, seguir esperando que el Cúcuta Deportivo decida ponerse al día en sus obligaciones, o a que al menos sea sancionado por las entidades competentes.