En menos de dos semanas empieza el campeonato mundial de clubes con nuevo formato de 32 equipos. Tanto clubes participantes, no todos, como FIFPRO se quejan de la sobrecarga de partidos de algunos, diría yo, pocos jugadores.
Dice Fifpro que se monitorearon 1.500 futbolistas a nivel mundial en los que se notaba una sobrecarga de partidos importantes. Con cifras como que 31% de los jugadores analizados (poco más de 450) estuvo en más de 55 convocatorias. Encuesta bastante sesgada por varios aspectos; la primera es que 1500 jugadores representan menos de 1% del total de los jugadores profesionales de Europa y Sudamérica juntos, poca cosa. Segundo, si miramos en Colombia, no hay en el torneo local un solo jugador con más de 55 partidos oficiales, o hay muy pocos. Igual ocurre en países como Bolivia o, supongo, que algunos africanos con torneos cortos y con pocos equipos.
No creo que los clubes grandes se quejen del poco descanso a sus jugadores, me parece mas bien que se quejan por no poder utilizar a sus estrellas para giras de pretemporada exóticas por China, India o Estados Unidos donde reciben buen dinero.
Es cierto que algunos pueden jugar más partidos que los que el cuerpo de un super atleta puede aguantar, también es cierto que no son muchos y que, curiosamente, estos súper atletas están súper remunerados y por lo tanto cuentan con la posibilidad de tener un equipo de apoyo bien sea personal o institucional que los cuide adecuadamente.
La pregunta es, ¿realmente los jugadores de fútbol no tienen el descanso adecuado o solo unos pocos, en realidad poquísimos jugadores juegan una cantidad ilógica de partidos?
Hay análisis que indican que hace 30 años en promedio un jugador, al año, jugaba menos partidos que ahora, entre 15 a 20 partidos menos. De aquellos tiempos a hoy la situación también ha cambiado para los jugadores, cinco o más cambios en circunstancias especiales, mejores medios de transporte y mayor tecnología a la hora de controlar a los jugadores hacen que el desgaste no sea proporcional al aumento de partidos.
Odioso es además lo que indica FIFPRO, pues en muchos países las vacaciones para cualquier trabajador son de quince días, aún para aquellos con jornadas extenuantes y mal remunerados, mineros o trabajadores en servicios de hostelería.
Finalmente, si hay tanto descontento en esos clubes poderosos, podrían contratar más jugadores para contar con plantillas más amplias que impidan la participación en tantos partidos de unos pocos jugadores.
El dinero mueve el fútbol, más que cualquier otra actividad, los clubes grandes intentaron crear la super liga europea, UEFA se inventó la Liga de las Naciones, en Sudamérica la Copa América se juega permanentemente y no cada cuatro años como era antes. Estos torneos generan recursos para los clubes y las federaciones que, en parte, no se en qué proporción, irán a parar a los bolsillos de los jugadores.
En la actualidad es posible medir al milímetro la cantidad de minutos jugador, de metros recorridos y de tiempo de descanso con asombrosa precisión. Los resultados deben ser utilizados de manera adecuada para evitar que los jugadores se lesionen por fatiga. El reto es convencer a los técnicos de utilizar esta información y en algunas ocasiones dejar a su estrella descansar.
Si realmente se quiere cuidar al jugador sin perder dinero medidas como más cambios o la posibilidad de tener plantillas con mas jugadores pueden ser implementadas sin mayor problema. No sé, sin embargo, si la calidad del juego mejore.
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