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martes, 11 de marzo de 2014

Aunque se puede encontrar de todo como en botica, los contenidos multimedia cada vez más se convierten en productos especiales, pensados, analizados, bien producidos, cuidadosos del detalle y con una factura envidiable.

Hay dos ejemplos  muy de moda por estos días; uno de afuera y otro local, que tienen en común que nos hacen estar pegados a la red.

‘House of cards’ es una serie que se puede ver por Netflix y es producida por el reconocido y galardonado director de cine David Fincher  ( el mismo de ’Seven’, ‘El club de la pelea’, ‘El extraño caso de Benjamin Button’…), y por su propio protagonista, el también premiado actor Kevin Spacey, entre otros. 

Se trata de una serie que cuenta como Frank Underwood y su esposa Claire hacen y deshacen “literalmente” para conseguir lo que quieren sin ningún tipo de escrúpulo. El protagonista es el mismísimo diablo hecho persona, y su esposa, aún peor.

Es impecable, monstruosamente real; una serie que deja en evidencia sin asomo de duda, a lo que es capaz de llegar el ser humano por conseguir su propio beneficio, como lo dijo Maquiavelo por allá en mil quinientos y pico. Y lo mejor, es que viene en paquete, no hay comerciales y se pueden ver todos sus capítulos de una si uno quiere y puede.

Y ‘Adulto contemporáneo’ es una serie criolla que tiene como protagonistas un grupo de amigos que ya pasaron su juventud y tienen dudas, certezas, odios y amores; y disfrutan hablando sin tapujos de esos temas que, aunque comunes, nos divierten.

Está muy bien hecha; los diálogos entre ellos son descomplicados, naturales y reales. 

Aunque el formato de esta sí es con entrega semanal, su duración es corta y permite ver varios en una sola sentada.

La gringa, estrenada en 2013, logró ocho nominaciones en los premios Emmy y cuatro en Los Globo de Oro.

La criolla, sin ninguna nominación a premio nacional a la vista, divierte y deleita por la manera en la que está realizada.

Es un verdadero gusto darse cuenta cómo cada vez más, se le apuesta a los contenidos para ver a cualquier hora y en cualquier lugar.