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lunes, 8 de marzo de 2021

La aparición y auge de las plataformas informáticas y de las redes sociales ha generado nuevos paradigmas y movimientos que han agitado con turbulencia las aguas en el derecho de la competencia durante las últimas tres décadas.
Se dice que este fenómeno ha transformado de manera profunda la conducta humana y ha dado pie a la aparición de un nuevo orden económico: el del “capitalismo de la vigilancia” que “oculta una serie de prácticas comerciales de extracción, predicción y ventas” y que está “caracterizado por grandes concentraciones de riqueza, conocimiento y poder que no tienen precedente en la historia humana” (Shosna Zuboff).

Lina Khan, quien fue asesora legal del Subcomité Sobre Competencia de la Cámara de Representantes de EE.UU. ha liderado un movimiento, que ha adquirido una fuerza inusitada, según el cual el régimen de competencia vigente y los parámetros allí consagrados se han tornado insuficientes e inadecuados para frenar y controlar el poder y las prácticas de las plataformas informáticas.
De hecho, Khan fue una protagonista importante en la elaboración del famoso informe publicado el 6 de octubre 2020 denominado “Investigation of competition in digital markets, majority staff report and recommendations” en el que el mencionado subcomité propuso, entre otras cosas, una división estructural de los negocios de los grandes de la tecnología y que se les impusiera restricciones a las fusiones y adquisiciones de esas compañías.

Sin embargo, mientras la señora Khan ha sido nominada por Biden como Comisionada de la Comisión Federal de Comercio de EE.UU., ha aparecido en el panorama una corriente contraria a aquella por la que aboga la candidata. Varios artículos reseñados por la edición semanal de The Economist, publicada el pasado 26 de febrero, bajo el título “Tech’s big dust-up” sostienen que la presunción de que los gigantes tecnológicos se están coludiendo para repartirse el pastel digital del planeta ya no es correcta toda vez que los datos parecen apuntar a que la participación en el mercado de los gigantes de la tecnología ha disminuido y ha dado paso a nuevos competidores.

The Economist señaló que, por ejemplo, Alibaba pasó de tener un 62% del mercado en 2013 a un 51% en 2020, y que en el caso de EE.UU., Facebook y Google tuvieron su pico de utilidades en 2012, año a partir del cual se han reducido en más de un 10%. Así mismo, manifestó que el servicio “streaming” ya no solo es ofrecido por Netflix, sino que ahora compite con Disney+, Amazon Prime Video, HBO Max, entre otras plataformas, y que Amazon, que lideraba el “e-commerce”, ahora tiene que rivalizar con minoristas como Target, Best Buy y Walmart que han incursionado en las plataformas digitales.
De acuerdo con la publicación, otra señal de que se está incrementando la competencia en ese sector es que Amazon, Google, Microsoft y Facebook que nacieron prestando servicios diferentes, han expandido su actividad hacia el campo de las otras y ahora compiten entre sí en los mismos mercados relevantes. Así, Facebook ingresó al ruedo del “e-commerce” con el lanzamiento de “Marketplace”, y Google, Microsoft y Amazon rivalizan en el mercado de servicios en la nube.

Como puede apreciarse, el asunto está lejos de ser pacífico y se avizoran debates cada vez más intensos y agudos en el horizonte. La posible llegada de Khan a la FTC y el desarrollo de las investigaciones clave en materia de competencia que se realizan en este sector en los Estados Unidos y Europa prometen que la dinámica de la controversia será aún más movida.