La encuesta más reciente sobre las posibilidades de los candidatos que presentó a la opinión una alianza de medios, muestra al Presidente-candidato con una escasa intención de voto de apenas 23% frente a 15% en ascenso del candidato del Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga, quien con el poder de las ideas ha logrado posicionar su programa de gobierno en la ciudadanía. Muchos están plenamente seguros que él tiene las herramientas y la experiencia suficiente para que el país no siga rumbo al despeñadero, como es probable que suceda en el caso que se reelija Santos.
Si de comparar se tratara, cosa que no hay que hacer, el carisma y el don de gentes de Óscar Iván son muestra de un hombre sencillo, lleno de afecto por Colombia para dar su talante y experiencia a todas las necesidades del país. En plena crisis mundial económica, cuando se desempeñaba como Ministro de Hacienda tomo medidas suficientes para que el sector productivo y los colombianos, en general, no sintieran en sus bolsillos lo que sucedía en el resto del mundo. Sencillamente la plata a los colombianos les alcanzo para todo mientras la economía mundial vivía una de las caídas más violentas en el ultimo siglo.
En el Gobierno de Santos se indica: “la plática alcanza y vamos por más”, pero no se sabe a ciencia cierta si se trata de un simple anuncio desprevenido de unos publicistas desesperados en campaña o es una afirmación de algún grupo de senadores de la mermelada oriundos de la Costa Caribe. En el Gobierno Santos por poco se aprueba una reforma a la “justicia” en la cual se pretendía decretar la impunidad como política pública, la excusa para entonces fue que no habían leído bien. Desde el anuncio de las 100.000 casas gratis inicio un “proyecto” en Leticia, Amazonas, de 200 supuestas casas al lado del basurero municipal, hoy no existen ni los cimientos y así sucede en todo el país.
Le quitaron las regalías a los departamentos productores de crudo, con la esperanza de mayor inversión en todo el país con la teoría de la mermelada, hoy se sabe bien donde se quedó la mermelada; se aprobó un marco jurídico “para la paz” con el propósito de darle a las Farc condiciones atractivas para una supuesta desmovilización, pero nunca se le contó a la ciudadanía que las condiciones eran impunidad en favor de una supuesta justicia transicional, en donde las penas serán sustituidas por nada diferente y “difícil” que las misiones que desempeña el más pequeño de los scouts.
En política de salud el país se quedó esperando la reforma a este sector, que entre otras tanto demanda la mayoría por no decir la totalidad de colombianos que no encuentran solución a sus dolencias; en educación justo en este Gobierno se realizaron las pruebas Pisa que tan mal parados nos dejaron; es evidente que las necesidades de los colombianos en educación y salud son altas, que la identidad con propuestas que satisfagan tales requerimientos compensan con el único programa con tal contenido, y es el de Óscar Iván Zuluaga.
La crisis en el sector agrícola ha sido compleja, nunca se había hecho sentir tanto el sector campesino, las administraciones de agricultura han dejado de observar normas de obligatorio cumplimiento, incluso de derecho comunitario, no existe interlocución clara y sincera con las demandas de los campesinos. Es evidente la omisión en darle elementos al agro de competitividad en un mundo globalizado, desde Juan Camilo Restrepo se vienen dando pasos de ciego, vulnerando la confianza legítima y haciéndose nada. De todos depende si continuaremos con 4 años más de esto.
Corolario: ¿se negocia políticas de droga con el mayor cartel de narcotráfico del mundo? ¿Hombres de confianza de Santos “embolataron” US$12 millones a la mafia por unas gestiones? ¡No sorprende!
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