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miércoles, 11 de abril de 2018

El gas licuado de petróleo, GLP, que no es lo mismo que el gas natural, es un energético que se transa en un mercado mayorista y en un mercado minorista, en éste último uno de los esquemas utilizados para su distribución son los cilindros o lo que comúnmente se denomina pipetas.

En el marco de la prestación de servicios público domiciliario de GLP a través de cilindros, desde hace 10 años se presentó un cambio significativo que consistió en migrar de un esquema de parque universal de cilindros a un esquema de parque marcado de cilindros de propiedad de los distribuidores.

Lo cual, si bien no ha logrado eliminar algunos obstáculos vinculados con la informalidad, si ha logrado reducir de gran manera la responsabilidad frente a la marcación de los cilindros de propiedad del distribuidor, un mayor control respecto la circulación de los cilindros y fortalecer la responsabilidad por parte de los agentes que no administren adecuadamente la propiedad de sus cilindros. Recientemente, el Ministerio de Minas y Energía estableció condiciones que deben cumplirse por parte de los agentes que participan en la distribución y comercialización de GLP respecto de los cilindros, las cisternas y los tanques estacionarios, los cuales en conjunto se han denominado “recipientes”.

Dentro de las condiciones que deben cumplir los recipientes se resalta que los cilindros y sus equipos reguladores en instalaciones residenciales, industriales o comerciales, deben ubicarse en lugares abiertos y debidamente ventilados con el exterior, deben cumplir unas distancias mínimas sujetas a las cantidades de GLP almacenado en los respectivos cilindros.

En cuanto a las cisternas, el Ministerio de Minas y Energía reforzó la necesidad de que las cisternas tengan una placa metálica que indique las especificaciones técnicas de fabricación. Así mismo, debe presentar una certificación del fabricante sobre el cumplimiento del código bajo el cual se fabricó, otra de las medidas para fortalecer la seguridad en el transporte del GLP tiene que ver con una revisión externa para verificar el buen estado de la superficie de la cisterna y una revisión total cada cinco años, tanto a nivel superficial como a nivel interno de la cisterna.
Las anotadas medidas técnicas están en línea con el fomento y la penetración que empezó a tomar el GLP como combustible para el transporte público. Muy a propósito, desde 2016 el Gobierno Nacional viene autorizando la realización de pruebas piloto para el uso del GLP como carburante en el transporte automotor esto para lograr el desarrollo del Autogas en Colombia.

Por otro lado, aunque se ha presentado un grado de desabastecimiento del GLP en Colombia, tal situación ha sido solucionada a través de su importación, lo cual activó el desarrollo de diferentes oportunidades de negocio.

En términos generales, el mercado del GLP viene tomando fuerte presencia en la canasta de nuestros energéticos, esto ha generado unos cambios en el uso del GLP, una actualización de las condiciones técnicas para garantizar su adecuada distribución y comercialización. En tal sentido, conviene hacerle un seguimiento regulatorio constante a la positiva evolución que está tomando el GLP.