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viernes, 3 de diciembre de 2021

Los tres modelos de negocio de las aerolíneas se desarrollan a nivel mundial bajo los siguientes escenarios: i) Full-Service Carriers (FSCs) o compañías aéreas tradicionales ii) Low-Cost Carriers (LCCs) o modelo de bajo costo y iii) Mixto y/o híbridos, como es el caso de algunas aerolíneas (v.gr. Lufthansa con Eurowings).

En este articulo me referiré al modelo (LCCs) o modelo de bajo costo, el cual se viene fortaleciendo desde hace más de tres décadas, desempeñado un papel determinante para la región, lo anterior continuará transformado positivamente el mercado del transporte aéreo, luego de su reapertura, lo cual garantizará nuevamente la conectividad aérea.

El modelo de bajo costo en general se puede definir como una estrategia empresarial en la que las compañías, para nuestro caso aéreas, ofrecen precios más bajos atrayendo una gran demanda, lo cual se traduce también en una mayor cuota del mercado.

Es también importante resaltar que el modelo (LCCs) no solo ofrece precios más bajos a sus viajeros, sino que también se caracteriza por la forma en que estas compañías operan sus flotas, venden y distribuyen sus servicios, siempre garantizando la seguridad para sus usuarios, algo que por reglamentación aeronáutica es una obligación, clara, expresa y exigible, no siendo objeto de ningún tipo de concesión, pues el pilar en el mundo como en Colombia es la seguridad operacional.

Los costos por combustible (2021) representan entre 19% a 25% de los gastos de las aerolíneas, el modelo (LCCs) utiliza flotas jóvenes de aviones de bajo consumo, lo anterior también contribuye a la reducción de los costos de mantenimiento.

Otra característica de las (LCCs) es la configuración de sus aeronaves en algunos casos estandarizadas a un solo fabricante y tipo de aeronave, distinguiéndose también por una mayor cantidad de asientos y una sola clase, operaciones punto a punto, pago por servicios adicionales, utilización de aeropuertos secundarios y estructuras administrativas sencillas.

El usuario elige libremente los servicios que utilizará, y no solo es volar a bajos costos, también el modelo deberá ser rentable para las aerolíneas, que no han pasado su mejor momento a causa de la pandemia.

Ahora, para que este mercado pueda crecer en la región es necesario se coloque en una balanza lo que en materia de turismo puede aportar esta industria, pues es uno de los sectores que destaca en cuanto a su participación en relación con el crecimiento de la economía pospandemia.

Este modelo continuará proyectándose como un modelo de éxito, y como vemos ya se ha expandido a rutas internacionales gracias a nuevas aeronaves que permiten la realización de vuelos más largos, desde otra óptica y en temas de competencia, el mismo antes que estar afectando a otros modelos, lo que está propiciando es que más personas puedan volar por primera vez, generando experiencias memorables, volar con mayor frecuencia a visitar a familiares y amigos e impulsar el turismo dentro de Colombia y hacia el exterior.

Si el mercado aéreo en el país sigue ascendiendo como hasta el momento lo está haciendo se espera que las cifras sean muy positivas para esta industria para final del año.

Para finalizar, quiero felicitar a la Autoridad Aeronáutica por los esfuerzos que ha hecho en materia de regulación, pues a la fecha la aplicación del RAC Parte 5ª hace más flexible el proceso para el otorgamiento de permisos y/o autorizaciones para aerolíneas que desean operar en el país.