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martes, 16 de enero de 2018

Para 2017 el turismo nuevamente fue un gran protagonista del desarrollo económico para el país, así como un gran generador de empleo y entrada de divisas. Durante el primer semestre del año anterior el ingreso de extranjeros creció en 46,3% sin contar la movilización de pasajeros nacionales lo cual mostró también un incremento considerable, además El New York Times situó a Colombia como segundo destino turístico de una lista de 52 lugares para visitar en 2018.

Lo anterior conllevó un aumento de la demanda de alojamiento para el sector hotelero superando las expectativas de ProColombia, lo que se traduce en una simple regla, mayor conectividad igual a mayor ocupación, y a mayor ocupación, mayores ingresos y mejores oportunidades de empleos directos e indirectos.

A lo señalado en líneas anteriores hay que sumarle que las aerolíneas tanto tradicionales como ‘low cost’ que operan en Colombia han realizado grandes inversiones en nuevas flotas, nuevos y antiguos competidores han entrado al mercado con tarifas atractivas para el usuario y la autoridad aeronáutica colombiana ha otorgado nuevas rutas a operadores nacionales e internacionales bajo políticas de liberalización en la concesión de derechos de tráfico.

A pesar de todos los esfuerzos que se han realizado por parte de algunas autoridades y actores de la industria aeronáutica, se hace necesario que el Gobierno mire al turismo como una unidad constructora de prosperidad y aliviar así las dificultades económicas que viene atravesando el país.

Las alzas del dólar y del precio del combustible afectan claramente los costos de las aerolíneas, el problema de la infraestructura aeroportuaria limita la capacidad en relación con otros aeropuertos internacionales. De las 134 economías analizadas en materia de infraestructura aeroportuaria por el World Economic Forum, Colombia ocupa el puesto 76.

A lo anterior se deben sumar las altas cargas impositivas, quizás unas de las más altas de la región, estos costos no permiten al usuario acceder a las ofertas ofrecidas por las empresas aéreas que operan en Colombia. ¿Si estas cargas son altas porque no son reinvertidas en la infraestructura?

Como un gran acierto del Gobierno se recibe el nombramiento del nuevo director de la autoridad aeronáutica colombiana, quien cuenta con una vasta trayectoria y experiencia en el sector, es esta la oportunidad para que esta entidad encare los nuevos desafíos de la aviación en Colombia, como: i) mayor vigilancia a los procesos de concesión aeroportuaria, no más improvisación, falta de planificación y abusos por parte del algunos concesionarios ii) facilitar a algunos de estos aeropuertos de la ayudas a la navegación aérea necesarias para atender adecuadamente las operaciones iii) la coordinación con distintas entidades turísticas con el fin de unir esfuerzos para el fortalecimiento y desarrollo de este sector, el aprovechamiento de los corredores turísticos donde la aviación es uno de los medios de transporte a nivel nacional y en exterior que coadyuva con este propósito iv) la puesta en marcha en relación con la eliminación, simplificación o automatización de trámites al interior de la entidad v) implementación de una política aerocomercial (desregularización y liberalización) que contribuya no solo al incremento de las cifras sino al mejoramiento de la calidad de vida de los colombianos, el impulso del sector agropecuario y la inclusión de estas nuevas zonas que por mucho tiempo fueron excluidas.