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miércoles, 22 de diciembre de 2021

El derecho de la competencia se ocupa de la protección de los intereses de los consumidores, de la libre competencia y la eficiencia del aparato productivo. Por su parte, las normas sobre protección de datos personales tienen como objetivo proteger el derecho constitucional que tenemos todas las personas a conocer, actualizar y rectificar la información que se hayan recogido en bases de datos o archivos, así como el derecho a la intimidad personal, familiar y al buen nombre.

Tradicionalmente, estos dos regímenes han sido tratados de forma independiente, en la medida en que se ha asumido que la protección de los datos personales es un tema que poco o nada tiene que ver con la protección de la competencia. No obstante, es hora de que empecemos a revaluar esta aproximación.

En la actualidad, estamos viviendo las consecuencias de una profunda transformación que se deriva del aumento en las capacidades de alojamiento y procesamiento de información que ha permitido el desarrollo de herramientas derivadas del análisis de datos, tales como la inteligencia artificial. Lo anterior ha generado diversos cambios en las estructuras y estrategias de negocios al punto en el que la privacidad y los datos personales se están convirtiendo en aspectos de material importancia para la libre competencia.

Un ejemplo de la creciente importancia de los datos personales para la protección de la competencia se evidencia en la investigación iniciada por la Comisión Europea en contra de Amazon, en la que se ha cuestionado su rol como administrador del marketplace en el cual vendedores externos pueden vender sus productos. La Comisión Europea ha cuestionado el acceso ilegítimo a datos privados de sus vendedores externos con el fin de usar estratégicamente esta información para desarrollar y seleccionar nuevos productos bajo su propia marca, como es el caso de Amazon Basics. Esto constituye una ventaja competitiva para Amazon, en la medida en que reduce el riesgo de producir bienes que no tengan una alta demanda.

De igual forma sucede en la demanda interpuesta por el Departamento de Justicia de Estados Unidos en contra de Google, por supuestamente mantener su monopolio acudiendo a prácticas anticompetitivas en el mercado de las búsquedas y publicidad por internet. Dentro de las prácticas que fundamentan esta demanda se encuentra el hecho de que esta empresa ha establecido en los acuerdo que celebra con otras empresas que Google sea el buscador usado por defecto. Así mismo, se argumenta que Google prohibe en los convenios la preinstalación en dispositivos de servicios de búsqueda de la competencia. Dentro de los posibles efectos de esta conducta, el Departamento de Justicia identificó la reducción en las condiciones de búsqueda, especialmente en lo relacionado con la privacidad, protección de datos personales y el uso de información de los consumidores. No obstante, uno de los principales desafíos es la falta de herramientas para el análisis de los efectos en el mercado distintos al precio, desde la perspectiva de las normas que protegen la competencia.

En la medida en que la información y especialmente los datos personales se convierten en uno de los activos más valiosos para las empresas, especialmente para aquellas que participan en la economía digital, la discusión sobre el uso legítimo de los datos personales se vuelve cada vez más relevante para la protección de la competencia. Teniendo en cuenta que las normas sobre protección de datos personales son tan rígidas, su desconocimiento puede implicar una ventaja competitiva de grandes proporciones para las empresas.