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martes, 25 de marzo de 2014

Comunidades indígenas y organizaciones sociales del Casanare se han pronunciado enfáticamente sobre los efectos desastrosos y no controlados que tiene la actividad petrolera en esa región mediante los contratos de exploración y explotación petrolera que negocia la Agencia Nacional de Hidrocarburos. Señalan que el Gobierno Nacional y sus instituciones desconocen los procesos de consulta y discusión propios de las comunidades e imponen en la mayoría de los municipios el avance de estos proyectos. 

Está comprobado que la explotación de hidrocarburos genera en todas las fases de su intervención degradación de los ecosistemas y además es causa principal del calentamiento global. La perforación y detonación de cargas explosivas, producen contaminación del subsuelo, liberación de gases tóxicos, procesos erosivos, desplazamiento de fauna por ruido y muerte de peces por detonaciones en agua, afectación de acuíferos, que afectan las fuentes alimenticias de los pueblos indígenas y demás habitantes de esta región.

Los megaproyectos planteados para la Orinoquía, tales como la extracción de hidrocarburos, cultivos industriales a gran escala, grandes extensiones de monocultivos, seguirán amenazando el equilibrio ecosistémico, reduciendo la disponibilidad de aguas superficiales y subterráneas, provocando desplazamientos de fauna, desecación de morichales o la exposición de los suelos, ya que la deforestación para el establecimiento de pastos y cultivos generan cambios en el clima de la zona.

Hace sólo 15 años Colombia ocupaba el tercer lugar entre los países con mayor riqueza en agua en el planeta, y hoy se desplazó al puesto 17. Estamos celebrando el 22 de marzo el Día internacional del Agua Volvemos a preguntarnos si para el gobierno nacional y sus instituciones, el agua y la biodiversidad existente en esos territorios es sacrificable por los supuestos beneficios derivados de la exploración y explotación petrolera y los megaproyectos agroindustriales que generan riqueza para unos pocos y pobreza y destrucción de la biodiversidad para la nación colombiana.