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martes, 29 de mayo de 2018

Las Normas de Información Financiera aceptadas en Colombia (NCIF) establecen que una entidad preparará sus estados financieros bajo la hipótesis de negocio en marcha. Cuando la administración de un ente concluye que existen incertidumbres significativas respecto de la continuidad del negocio, y que no tiene alternativas reales diferentes a las de terminar sus operaciones o liquidarse, surge la duda de cómo debe elaborar sus estados financieros.

Para subsanar esta inquietud, el Gobierno Nacional expidió el 22 de diciembre de 2016 el Decreto 2101, que reglamenta el marco técnico normativo para el reconocimiento, medición, presentación y revelación de informes financieros para entidades que no cumplen la hipótesis de negocio en marcha.

¿A quiénes les aplica? Entidades que inicien procesos de liquidación a partir del primero de enero de 2018, o aquellas que se encontraban en trámite a la fecha de expedición del Decreto, que no hayan cumplido las formalidades legales. Y entidades en las que la administración de la entidad haya concluido, al realizar su evaluación, que no cumplen con la hipótesis de negocio en marcha, y cambien su base contable de causación o devengo por la base contable de valor neto de liquidación.

¿Cuál es la base contable a utilizar? Una entidad que cumple con el principio de negocio en marcha aplica una base contable de causación o devengo. Una que no cumpla con dicho principio, aplicará una base contable del valor neto de liquidación, es decir, medirá los activos y pasivos por el valor estimado de dinero u otra contraprestación que espera recibir por sus activos o espera pagar por sus obligaciones en transacciones forzadas por la liquidación.

¿Cómo se deben reconocer y medir los rubros del estado financiero bajo la base contable del valor neto de liquidación? Se reconocerán activos, pasivos, ingresos y gastos siempre que la entidad disponga de una medición fiable y una base razonable para su estimación. Los que no se reconocen bajo la hipótesis de negocio en marcha, pero que bajo la base contable del valor neto de liquidación sí, son contingentes, así como los activos intangibles formados internamente. Los activos y pasivos medirán su valor neto así:

• En activos: valor estimado de efectivo u otra contraprestación que la entidad espera obtener por la venta o disposición forzada de un activo al llevar a cabo su plan de liquidación, menos los costos estimados de terminación y los necesarios para realizar la venta. En pasivos el valor no descontado de efectivo o equivalentes, más los costos de liquidar o ser exonerado del pasivo.
• Valores estimados en ingresos hasta el final de su liquidación.
• Valor nominal de todos los costos y gastos estimados durante el periodo de liquidación.

¿Cómo migrar la información financiera de una base de acumulación o devengo a una base contable del valor neto de liquidación? A la fecha inicial de liquidación, se deberán reconocer todos los gastos, ingresos y cambios en el valor de sus activos y pasivos, que serán realizados durante el proceso de liquidación. Los ajustes resultantes serán reconocidos contra el patrimonio. Posteriormente, en cada fecha de cierre, la entidad deberá remedir sus activos y pasivos a su valor neto de liquidación, y reconocer gastos e ingresos.

¿Qué información debe presentarse y revelarse? La entidad en liquidación preparará informes financieros por lo menos una vez al año. A continuación se presentan los dos estados financieros obligatorios, junto con sus notas: estado de los activos netos en liquidación: se presentan todos los activos y pasivos de la entidad por su valor neto de liquidación. Y estado de cambios en los activos netos en liquidación. Las notas, que deben presentar información detallada de los diferentes componentes de los estados financieros, proporcionarán descripciones narrativas, desagregaciones de partidas y conciliaciones.