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jueves, 3 de marzo de 2022

En el marco de la transición energética, la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) ha reconocido la importancia de los esquemas de respuesta de la demanda (RD) como parte de las nuevas tendencias del sector eléctrico, y como herramienta para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de la mano de la utilización de fuentes no convencionales de energía renovable.

Lo anterior parte del objetivo del Plan Nacional de Desarrollo vigente (Ley 1955, 2019) de modernizar los mercados actuales y promover la innovación, a través de la inclusión de nuevas actividades que permitan transformar el rol tradicionalmente pasivo de la demanda.

La RD está definida como el conjunto de cambios en el consumo de electricidad de un consumidor, con respecto a un patrón usual de consumo. Tales cambios pueden basarse en programas (i) de incentivos, que impulsan reducciones de consumo para cubrir requerimientos operativos o de confiabilidad, o (ii) de precios, para inducir bajos consumos ante alzas en el precio de la electricidad en el mercado. Si bien existen en el mundo múltiples programas de RD, en Colombia han existido sólo tres: (i) el anillo de seguridad (del cargo por confiabilidad) de la Demanda Desconectable Voluntariamente; (ii) el programa de RD para el mercado diario en condición crítica, que permite ofertar y recibir un precio por reducir el consumo en condiciones críticas del sistema; y (iii) el esquema de tarifas diferenciales (durante El Niño 2015- 2016), que reconoció un pago a la demanda por cada kWh ahorrado y creó un desincentivo por cada kWh consumido en exceso.

La importancia de impulsar esquemas de RD radica en que, a través de ellos, es posible alcanzar mayores eficiencias para abastecer la demanda de energía, aliviar congestiones en las redes y brindar confiabilidad al sistema.

En el contexto mencionado, la Creg publicó el documento 001 del 18 de enero de 2022, a través del cual fijó la hoja de ruta de la RD en el sistema interconectado nacional. La hoja de ruta fija las líneas de trabajo para los próximos años y busca liberalizar el sector hacia esquemas de libre competencia de la demanda, permitiendo a los usuarios asumir una participación activa al reconocerles beneficios económicos por la gestión eficiente de su demanda.

Dentro de las propuestas contenidas en la hoja de ruta se encuentran las de (i) permitir la participación de la demanda en transacciones de energía a través de ofertas económicas; (ii) profundizar la participación de los usuarios no regulados en el MEM, a través de ofertas de reducción de demanda en mercados intradiarios; y (iii) desarrollar instrumentos para la participación de los usuarios regulados en todas las instancias del MEM.
Aunque se menciona la necesidad de un agente intermediario entre la demanda y el mercado (comercializador/agregador de demanda), la Creg reconoce la eventual posibilidad de una participación directa de los usuarios, sin intermediación. La intención de la Creg es lograr la inclusión de la RD en todos los esquemas de mercado y de confiabilidad.

Finalmente, como los esquemas de RD propenden por mayor eficiencia y un uso racional de la energía, los mismos estarían alineados con los objetivos de Colombia en materia de transición energética, por lo cual es importante que la Creg desarrolle las propuestas de la hoja de ruta.