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miércoles, 24 de enero de 2024

Si me preguntan ¿Cuáles han sido las lecciones que he aprendido en estas casi cinco décadas de ejercicio profesional visitando más de 100 países en procesos de facilitación de comercio y de inversión? yo la resumiría en tres:

La capacidad de concertación; el crear un ambiente de confianza reciproco y el apoyo político que al más alto nivel se le dé al sector externo. Todo lo cual exige de una gran coordinación.

Durante cerca de 15 años, apoyé instituciones como el Banco Mundial, el BID y el ITC de Ginebra, a apagar incendios y a resolver crisis de comunicación entre el sector público y el privado en algunos países que en ese momento eran considerados como lo más difíciles del mundo.

Mi trabajo fundamental en aquel momento, era el entender qué ocasionaba la desconfianza entre las aduanas y los usuarios del comercio exterior; inclusive pude observar casos que me dejaron atónito, como el de Indonesia y Filipinas, en donde por la falta de diálogo y ante la amenaza de un colapso total en el comercio internacional de esos países, fue necesario contratar de urgencia a SGS y Bureau Veritas para que ellas, en nombre del Estado, manejaran la aduanas.

En ese momento, ante la falta de confianza entre las aduanas y los usuarios de comercio exterior, las primeras insistían en inspeccionar la mayoría de las mercancías de las mercancías de importación, y como no tenían esta capacidad, el comercio de ese país colapsaba, y fue allí donde tuve un gran maestro Indio, el profesor Algalwal, quien me enseñó varios principios que me han servido para el resto de mi vida:

1. No hay procedimiento perfecto, decía el profesor Algalwal. Un procedimiento de comercio exterior debe ser flexible como el acero, porque si es rígido, se rompe y si por seguir al 0.5% que viola el procedimiento, se paraliza el 99.5% que no lo viola, el comercio exterior de un país colapsa.

2. Es indispensable crear órganos de concertación entre el sector público y el sector privado y subrayar el hecho que la competencia no debe estar entre los diferentes actores públicos o privados de un mismo país, sino entre cada país y los demás que compiten por sus inversiones y sus exportaciones.

3. Es fundamental crear confianza recíproca basada en los buenos antecedentes de cada usuario, el tipo de mercancías, la reputación de la empresa, así como efectivos instrumentos que permitan la detección de los violadores, quienes debían ser penalizados de manera ejemplar.

Hoy estos tres principios se han desarrollado a nivel global, mediante la promoción de los operadores económicos autorizados (OEA); de las zonas francas seguras (Safe Free Zones) promovidas Entre la OCDE y la Organización Mundial de Zonas Francas (WFZO) y la creación de los Comités de Facilitación promovidos por la OMC.

En materia de concertación puedo citar algunos ejemplos que hicieron avanzar kilómetros a países que intentaban internacionalizarse:

El más impresionante fue caso de Corea, cuando el presidente Park en 1963, además de crear a KOTRA, reunió mensualmente a los exportadores e importadores con las aduanas en su palacio, para discutir la problemática de los trámites y después de un elegante almuerzo, condecoraba al exportador del mes, hasta tal punto, que el día en que Corea alcanzó a los primeros USD$1.000 millones de exportaciones, lo declaró el “Día Nacional de las Exportaciones”.

Ya Corea está estableciendo mecanismos de concertación bilaterales, como el lanzado el año pasado entre Corea y Noruega (liderado entre Innovation Norway y Kotra), con el fin de promover la colaboración para la fabricación binacional de baterías.

Otros ejemplos son los observados en el del Ministerio de Economía e Industria de Japón (METI) que ha sido conocido como el “Ministerio de los Comités”, en donde hay espacios de concertación sectoriales con el sector privado, o en México con la creación COECE (Consejo Empresarial de Comercio Exterior), creado en 1992 y liderado por Juan Gallardo, con motivo de la iniciación de las negociaciones del Nafta, donde se simularon en 42 comités sectoriales, como le iría a México en sus negociaciones con Estados Unidos y Canadá. Gracias a este esfuerzo, hoy México es el primer socio comercial de Estados Unidos, habiendo superado a China.

Qué bueno sería aplicar estos tres principios en Colombia, ante las reciente noticias registradas en los medios de comunicación y solicitar la creación de una mesa de diálogo con interlocutores internacionales calificados, como pueden ser Sergio Díaz Granados Presidente de la CAF, Johanna Ortiz subdirectora de la OMC o Ricardo Treviño Secretario General Adjunto de la Organización Mundial de Aduanas, en donde sin duda ellos podrán recomendar experiencias universales, a un país como Colombia que hoy tan salo alcance al 2 x 1.000 del valor comercio mundial.