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jueves, 24 de agosto de 2017

Las empresas que enfrentan crisis financieras, en la mayoría de los casos, desconocen que están frente a una gran oportunidad de cambiar su futuro de forma eficiente.

Para esto, en primer lugar, el empresario debe entender que no es la primera y única empresa que entra en crisis. Las universidades no enseñan a manejar una crisis empresarial, tampoco dentro del ejercicio profesional encontramos el asesor ideal que conozca nuestro sector y que como un héroe nos solucione el problema.

Por eso, no pierda la razón, actúe estratégicamente para viabilizar la empresa.
Segundo, deténgase a analizar cuál es el problema, las causas, cómo podría mejorar la situación actual y cuál va a ser su estrategia.

Evite tomar decisiones guiado por el corazón. Si quiere sacar adelante la empresa, definitivamente debe ser frío, estratégico y calculador.

Cuando el problema esté claro y tenga la solución, diseñe una estrategia de comunicación para los empleados, proveedores, consumidores y demás grupos de interés.

Comprometa a los empleados con la estrategia. Del trabajo en equipo surgen ideas para optimizar procesos y generar la rentabilidad deseada. Así cuando logre el resultado, se fidelizarán con la empresa.

Con los proveedores, el mensaje debe ser asertivo para lograr ventajas en la forma de pago, precios y beneficios. El mensaje para los consumidores debe tener un componente de cambio, que le garantice que el producto o servicio es igual o mejor, sin que perciba que los efectos de la crisis lo afectan.

Por otra parte, dentro de su estrategia debe contemplar como mínimo:

1. Planifique el desarrollo de su negocio.
Si antes no lo hizo, hágalo. Este es un renacer para su empresa. Contrate una planificación empresarial y tributaria, así gestiona de forma eficiente las cargas fiscales, laborales y del mercado.

2. Acuerdos con empleados.
En estos acuerdos puede incluir compensaciones variables, así lograrás cumplimiento de metas de ventas, de recaudo, etcétera.
Otra salida que funciona muy bien es la remuneración emocional, con horarios flexibles, retribuciones en especie, entre otras opciones.

3. Reinvente el espacio de trabajo.
Optimice el espacio físico. Esto disminuye el costo de arrendamiento o sí el espacio es propio, obtenga provecho a través del arriendo del inmueble, por ejemplo.

Implemente el teletrabajo en su empresa. Este modelo de trabajo no mide el rendimiento de un empleado en el cumplimiento del horario. El rendimiento se evalúa en términos de productividad, eficiencia y cumplimiento de metas. Así reducirá costos por servicios públicos, espacio físico e impacta positivamente el medio ambiente.

4. Elimine cargos innecesarios.
Así no lo quiera, es clave analizar los procesos y si se justifica, reduzca personal y deje aquellas personas que contribuyen positivamente al resultado esperado.

No olvide que hay aspectos legales que debe analizar, como: despidos colectivos, personal aforado, proyección del costo de las liquidaciones y documentación necesaria para eliminar contingencias.

5. Negocie con sus acreedores.
Así no lo crea, a los acreedores les conviene que usted esté produciendo, finalmente así se genera la fuente de pago. No le dé temor negociar acuerdos de pago, o si la situación es más compleja, negocie acuerdos privados de reorganización o tramite un proceso de reorganización empresarial ante la Superintendencia de Sociedades. Con estas opciones podrá obtener un respiro y a través de la negociación diseñar su propio futuro.

6. Haga uso de las redes sociales.
Diseñe una estrategia de mercadeo y promueva su negocio. Las redes sociales son gratuitas y con estas, asegura que su empresa sigue siendo vista.
Salir de una crisis empresarial no es una tarea fácil. Depende de cómo se gestione la crisis, la estrategia, el equipo de trabajo y sus asesores.