Agregue a sus temas de interés

Agregue a sus temas de interés Cerrar

martes, 8 de julio de 2014

Se tiene estimado que hay reservas por 6,6 años más, generando una preocupación sobre el futuro de Colombia en materia de este recurso. Sin embargo la respuesta siempre ha estado sobre la mesa, no obstante la resistencia de muchos sobre lo que pueda ser el futuro. 

Desde principios de año, el Ministro de Minas y Energía, Amylkar Acosta, señaló que “Colombia tiene reservas de petróleo para 6,6 años y de gas para 15,5 años”. Ahora bien, a pesar que a principio de año se señaló que la producción petrolera, para diciembre de 2013 se reportó 1.007.000 de barriles diarios de producción a comparación de diciembre de 2012 que reporto un total de 984.000 barriles diarios, actualmente se están presentando una reducción en la producción. 

Si bien se ha incrementado la cantidad de barriles producidos al año, es claro que sólo se tiene petróleo por 6,6 años más, lo que ha generado la búsqueda de alternativas, las cuales ya se conocen a nivel global. 

Desde el siglo XXI se han creado formas alternativas de producir energía, como lo son la energía eólica y la solar, mediante las cuales a través de grandes “molinos” se obtiene energía del viento, o con paneles solares se genera energía. 

Ahora bien, en materia de petróleos, una de las alternativas amigables con el medio ambiente para el desarrollo de un recurso que genere la disminución en la explotación del petróleo, es los biocombustibles. Estos se obtienen de restos orgánicos, que proceden del azúcar, el trigo y el maíz, entre otros. 

Una de las grandes ventajas de la generación de biocombustibles es la disminución en las cantidades de CO2, que hoy se emiten a la atmósfera.  

En Colombia, se ha venido dando un desarrollo normativo en cuanto a la generación, producción y distribución de biocombustibles, pero si queremos que esta fuente de producción realmente resulte viable, y podamos obtener ventajas, deben ser claras las reglas de juego en cuanto a la preferencia de mano de obra campesina en los lugares donde se realice la actividad, como fuente generadora de la materia prima. 

La discusión existente respecto al uso de la tierra para producir alimentos o producir biocombustibles, es algo que debe ser superado. 

Establecer reglas claras desde un principio sobre los requerimientos para la producción de los biocombustibles, así como procesos expeditos para la obtención de los permisos y licencias ambientales necesarias, es una prioridad. 

Dado que se acerca cada vez más la pérdida del autoabastecimiento de combustibles, y con el fin de alargar a través del uso eficiente de lo que hoy tenemos como reservas con el empleo de los biocombustibles, hace imperioso generalizar su utilización en todo el país.