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viernes, 7 de marzo de 2014

Es raro hoy en día asistir a una reunión corporativa en la cual no se mencione la palabra “innovación”. Pareciera que forma parte integral de la visión de las empresas. No obstante, son pocas las que  logran innovaciones exitosas que  generen valor a los consumidores. 

¿Qué le hace falta a las organizaciones para desarrollar las capacidades requeridas para  innovar de forma exitosa? A continuación expongo algunos aspectos clave para desarrollar una cultura enfocada hacia la innovación. 

1. Piense y actué como pequeño. La burocracia es el principal enemigo de la innovación. Las organizaciones rígidas, con estructuras y procesos complejos, están destinadas al fracaso o a depender de las llamadas vacas lecheras, productos o servicios que con frecuencia se encuentran en un ciclo maduro y dejarán de ser relevantes para los consumidores. Las empresas pequeñas tienen “hambre” de ganar mercado y esto los lleva a estructurarse de tal forma que el ciclo de desarrollo de un nuevo proyecto es menor. Uno de los cambios que realizó Larry Page al regresar al mando de Google fue crear “pequeñas empresas” o divisiones independientes entre sí con el fin de lograr una mayor autonomía, flexibilidad y agilidad.

2. Empoderar para la toma de decisiones. Las firmas con estructuras jerárquicas coartan la libertad de los empleados y las decisiones terminan recayendo en los mandos altos, que por lo general son personas con varios años de trayectoria. Los jóvenes ubicados en posiciones más bajas terminan solo ejecutando órdenes.

3. Cree grupos de trabajo multidisciplinarios. Las personas no piensan en el mañana porque ni siquiera les alcanza el tiempo para hacer las tareas de hoy.  La innovación no llega sola, debe ser gestionada directamente. Tener continuamente a un grupo de profesionales de diferentes áreas para el desarrollo de un proyecto o la identificación de posibles innovaciones, contando con el apoyo total de la gerencia, puede ser muy beneficioso para la empresa.

4. Identifique bien los proyectos. Uno de los grandes errores que se cometen es innovar por innovar, para cumplir un objetivo. Las innovaciones deben dar respuesta a una necesidad insatisfecha de los consumidores o mejorar sustancialmente la forma en que estos satisfacen una necesidad. Es así como nos encontramos con innovaciones que simplemente son mejoras marginales sobre productos existentes en el mercado.  

5. La innovación puede darse en distintos frentes. Se tiende a asociar el concepto solo con la oferta de nuevos productos o servicios, dejando de lado otro tipo de innovaciones: ¿puedo cambiar la estructura de  mi cadena de suministros?, o ¿puedo rediseñar procesos para ser más ágil a un menor costo?. El hacernos este tipo de preguntas de forma continua puede ser un generador de ideas y posibles proyectos a desarrollar.