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jueves, 8 de marzo de 2018

El impacto de la energía renovable se está tomando el mundo con fuerza.
París prohibirá todos los automóviles de gasolina y diesel para 2030, una década antes del objetivo de 2040 de Francia. Copenhague planea prohibir los automóviles de diesel desde 2019, mientras que Oxford propuso prohibir todos los vehículos no eléctricos en el centro a partir de 2020. Esto creará ciudades libres de emisiones.

Si para 2019 grandes ciudades en el mundo toman esta iniciativa, ¿qué está haciendo Colombia?
En 2014 se aprobó la Ley 1715 la cual promueve emprendimientos privados con proyectos de energía renovable a gran escala. Se establece el marco legal y la mecánica para promover el uso de recursos energéticos no convencionales, así como la inversión en investigación y desarrollo de nuevas tecnologías de energía limpia.

Esta ley busca ayudar a Colombia a aprovechar todo el potencial de los recursos ambientales disponibles y no depender únicamente de las formas convencionales de energía renovable.

Sin embargo, las energías renovables plasmadas en la ley traen retos para Colombia. Actualmente la infraestructura energética no es adecuada y en casos inexistente. El requisito de una mejor infraestructura es esencial para el desarrollo energético. Colombia necesita modernizarse rápidamente para mantenerse al día con la creciente demanda energética.

Colombia tiene un potencial de energía renovable sustancial, con un promedio de 4,5 kWh/m2/día (kilovatios-hora por metro cuadrado por día) de irradiación solar. Esto es superior a los promedios de Alemania y Canadá, que varían entre 3 y 4 kWh/m2/día. Sin embargo, el desarrollo de las energías renovables ha tenido un avance relativamente lento en comparación con Chile y Brasil.
Esto convierte a Colombia en un país con grandes oportunidades.
El envejecimiento del sistema de transmisión en Colombia crea problemas continuos de confiabilidad causando constantes interrupciones. Los problemas de capacidad de la red restringen la integración de la generación renovable nueva.

Lo anterior crea las oportunidades de inversiones de transmisión y actualizaciones que permitan el desarrollo de la energía eólica y solar a gran escala para ofrecer oportunidades energéticas en el país.

Adicionalmente, existe un potencial para el despliegue de micro redes en la zona no interconectadas de Colombia (bosques amazónicos y áreas andinas difíciles de alcanzar).

Las comunidades en áreas remotas y rurales que no están conectadas al sistema de distribución principal, a menudo no cuentan con energía. Debido a la alta irradiación solar característica de muchas de estas regiones, la energía solar fotovoltaica es una opción cada vez más económica y efectiva. Bancóldex reconoció esta oportunidad aprobando un préstamo de US$9,3 millones para fomentar la inversión privada en la generación de energía renovable en áreas aisladas.

Colombia es un mercado emergente abierto a la innovación nacional y extranjera. El enorme potencial renovable sin explotar hace que Colombia sea un mercado emocionante para las compañías de tecnología limpia. Las empresas de tecnología limpia interesadas en expandirse deberían considerar a Colombia como un mercado potencial.