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  • Alejandra Rico Muñoz

sábado, 13 de mayo de 2023

El titular originario de los derechos de autor deun obra tiene, en principio, dos tipos de derechos: los patrimoniales y los morales

Seguramente ha escuchado la famosa estrofa ‘Sufre, mamón, devuélveme a mi chica’, de la popular banda de los Hombres G.

Recientemente, la artista Thalia, en su decimoctavo álbum llamado Thalia’s Mixtape, realizó varias adaptaciones a canciones icónicas. Uno de los cambios más nombrados fue el de la canción de los Hombres G, pues Thalia eliminó la palabra ‘marica’ por considerarla homofóbica.

Sin embargo, el líder de la banda, David Summers, se negaba a aceptar el cambio, pero finalmente lo aprobó y dijo, según la misma Thalia, “mi amor, esta es tu versión y yo estoy aquí para apoyarte”.

Pero, ¿qué hubiera pasado si Summers no daba luz verde para el cambio? En este caso, Thalia no hubiera podido hacer ninguna modificación, ni siquiera alegando que la palabra era, de alguna manera, grosera o discriminatoria.

“La posibilidad de que ella haga una versión o cover de la canción de los Hombre G requiere una autorización que se denomina licencia de reproducción fonomecánica, la cual la faculta para grabar el tema. Para que la pueda modificar, se requiere que esta licencia tenga, además, la autorización para la adaptación”, aseguró Juan Carlos Monroy, socio de Copyright Abogados.

Esta salvedad se hace porque no siempre que una canción, a la que se le da el derecho a grabar, también se le brinda la autorización de modificarla. “Por ejemplo, en Colombia, la música de The Beatles es representada por editores musicales debidamente autorizados, pero ellos tienen restricciones, en este caso ellos tienen la barrera de que las canciones no se pueden modificar y se debe grabar tal cual como fue compuesta”, explicó Monroy.

LOS CONTRASTES

  • Juan Carlos MonroySocio de Copyright Abogados

    “La posibilidad de que ella haga una versión de la canción de los Hombre G requiere una autorización y se denomina la licencia de reproducción fonomecánica para que grabe y para que la pueda modificar”.

El titular originario de los derechos de autor tiene, en principio, dos tipos de derechos: los patrimoniales y los morales.

“Los derechos morales son el reconocimiento de quien los crea, son perpetuos, inalienables, imprescriptibles, no se pueden vender ni regalar; los derechos patrimoniales son en los que usted se define como autor. Si lo explota, lo licencia, lo regala o lo deja libre”, explicó José Luis Jerez, director del área de derecho corporativo y entretenimiento de CMM Abogados.

Dentro del contenido de los derechos patrimoniales se encuentra el derecho de transformación que le permite al autor aprobar o prohibir cualquier traducción, adaptación o arreglo de su obra.

“En consecuencia, si un artista, en este caso la cantante Thalia y/o su disquera, desean realizar una modificación a la obra ‘Devuélveme a mi chica’, deben contar con una licencia del derecho de transformación y la autorización del autor de la obra original, el señor David Summers o de la editora que administre sus derechos”, concluyó Andrés Cardona, CEO Destra Entertainment Lawyers.

Si genera afectación patrimonial, el Código Penal en su artículo 271 estipula penas que van desde cuatro a ocho años y multas de 26,66 a 1.000 salarios mínimos (hasta $1.160 millones).

Este permiso no solo se solicita cuando se van a modificar canciones, es un trámite indispensable para todos los cineastas que quieran usar reproducciones musicales en sus películas. Como por ejemplo, ‘Oh! Pretty Woman’ en Pretty Woman; ‘My heart will go on’ en Titanic; y ‘Bella ciao’ en la Casa de Papel. Aunque en estos casos las canciones no sufren alteraciones, tienen unos derechos patrimoniales.

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