• Alejandra Rico Muñoz

jueves, 12 de octubre de 2023

Inició su mandato con una aprobación de 56%, para febrero cayó a 40% y en abril esta tendencia continuó, pues llegó hasta 35%

El presidente Gustavo Petro sigue en terreno negativo, su desaprobación en la última encuesta de Invamer quedó en 60%. Aunque inició su mandato con una aprobación de 56%, para febrero Invamer reveló que esta cayó a 40% y en abril esta tendencia continuó, pues llegó hasta 35%; en junio y agosto de 2023 cayó aún más, ya que quedó en 33% en ambas oportunidades.

Con una base de 600 encuestados y un margen de error de 2,83%, los resultados de Invamer resaltan que la desaprobación de Petro se mantiene. En diciembre, el mandatario llegó a 44% en desfavorabilidad, en febrero tocó por primera vez el terreno negativo y quedó en 51%.

En abril, su desaprobación continuó subiendo hasta 57%. Su pico de desaprobación lo alcanzó en junio y agosto de 2023, en ambas fechas quedó en 61% y para esta oportunidad cedió solo un punto porcentual.

Sergio Guzmán, director de Colombia Risk Analysis, aseguró que revertir una tendencia requiere eventos significativos que ayuden a cambiar la perspectiva de los ciudadanos. “Eventos que generen menos agotamiento, en ese sentido, en las últimas presidencias fueron, por ejemplo, los primeros puntos del Acuerdo de Paz con las Farc al final del primer periodo de Juan Manuel Santos; y la pandemia durante el periodo de Iván Duque”.

Si bien el mandato del presidente Gustavo Petro arrancó con mucho impulso, temas como el costo de vida, la inseguridad y el desempleo le han pasado la factura en términos de favorabilidad. “No parece que el Gobierno tenga un cambio de estrategia ni que se lo plantee para contrarrestar esta tendencia negativa”, agregó Guzmán.

Por su parte, Laura Lizarazo, analista senior de Control Risks, dijo que es probable que sus niveles de aprobación no vean mejoras significativas en el resto de 2023, y que se mantengan alrededor de 30% por el resto de su mandato.

¿Paz total?

Una de las preguntas tradicionales de Invamer a los encuestados es si estarían dispuestos a sacrificar parte de la justicia por negociar la paz. En el Gobierno de Gustavo Petro se alcanzó la mayor brecha en esta pregunta desde el Gobierno de Álvaro Uribe.

El pico de ‘desacuerdo’ llegó en agosto de 2023, momento en el que 69% de los encuestados aseguraron que no estarían dispuestos a sacrificar justicia por negociar la paz. Para estos resultados cedió solo un punto porcentual.

“En este gobierno la tendencia es inequívocamente negativa, es decir, los colombianos están cada vez menos dispuestos a sacrificar parte de justicia para negociar la paz, y este es un desafío para el proyecto de paz total”, dijo Guzmán.

Cuando el mandato de Petro inició la brecha a estas respuestas era muy reducida: desacuerdo 51% y de acuerdo 43%. Sin embargo, en cada entrega de resultados la brecha sigue aumentando y desde febrero de 2023 se ha mantenido por arriba de 63% el desacuerdo de los entrevistados. Números muy parecidos a los vistos en el segundo mandato de Juan Manuel Santos.

Respecto a esto, el analista político Carlos Andrés Arias aseguró que “confirma que uno de los temas que más tiene en desfavorabilidad la imagen de Gustavo Petro es el de la seguridad y la paz. El proceso de paz total o el proyecto de paz total, que es una de las banderas de este Gobierno, ha sido desorganizado y ha tenido falta de compromisos con las partes”.

De hecho, el orden público, la seguridad, la economía y el desempleo se posicionan como los principales problemas para la ciudadanía. Estos indicadores alcanzaron casi el mismo porcentaje de preocupación: 29% consideran que el orden público y la seguridad son el principal problema del país, mientras que 28% estima que son el desempleo y la economía.

A pesar de que la economía y el desempleo se mantienen con un porcentaje alto, la preocupación de los colombianos frente a este tema se ha reducido sustancialmente si se compara con el mismo mes del año pasado. En octubre de 2022, 42% de los colombianos lo veían como su principal preocupación.

Respecto a orden público y seguridad, se puede identificar una tendencia al alza desde que inició el Gobierno de Gustavo Petro, cuando 16% de los encuestados lo identificó como una preocupación.

“Lo evidente es que todos los colombianos sentimos desde hace mucho tiempo una creciente percepción de inseguridad y pasada la pandemia la economía de todos se vio afectada. Esto no es una situación que se haya empeorado con el actual gobierno, sino que es un asunto más estructural de la realidad de Colombia”, aseguró Francisco Bernate, abogado penalista y docente de la Universidad del Rosario.

Por otro lado, indicadores como la mala función del Gobierno y la corrupción dejaron de ser las principales preocupaciones de los encuestados con 11% y 15%, respectivamente. La corrupción, en especial, muestra un comportamiento a la baja si se compara con las cifras de inicios de este año, cuando era la segunda preocupación más alta, identificada por 25% de los encuestados. En cuanto al último indicador, otros, en el cual se incluyen preocupaciones por aspectos diferentes como la educación, la salud, servicios públicos y otros, 21% de los preguntados lo identificó realmente como un problema complicado.