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miércoles, 5 de octubre de 2022

El valor probatorio de la evidencia digital depende de la certificación de un perito que establezca que esta no ha sido modificada

Hay expectativa por una nueva funcionalidad de Whatsapp que impediría hacer pantallazos de fotos y videos enviados para una sola visualización. Eso podría suponer una dificultad para quienes denuncian, por ejemplo, amenazas o acoso a través de medios virtuales.

Ahora, ¿tiene valor probatorio en un juicio un pantallazo de chat, una nota de voz o un correo electrónico? La respuesta es sí, si están certificados.

La Ley 527 de 1999 define la evidencia digital como toda la información generada, enviada, recibida, almacenada o comunicada por medios electrónicos, ópticos o similares. Es decir, entran en esta categoría los chats, correos electrónicos, mensajes de texto o notas de voz.

En ese orden de ideas, podría pensarse que hacer un pantallazo de un chat de Whatsapp, o imprimir un correo electrónico, es suficiente para probar judicialmente la comisión de la conducta delictiva que se denuncia.

Sin embargo, en cuanto hoy en día son cada vez más los programas que permiten editar y modificar todo de manera digital, en Colombia es necesario garantizar que las pruebas del entorno digital que se aportan sean auténticas y no se hayan alterado.

Solo con esa certificación, en la que un análisis pericial garantiza que la huella digital del documento no ha sido modificada, se puede admitir como prueba directa la evidencia digital en un proceso judicial. En otras palabras, un pantallazo de Whatsapp o un correo electrónico puede servir como prueba indiciatoria para que el juez vislumbre que se pudo cometer una conducta delictiva; sin embargo, solo se admite como prueba si un perito certifica que no fue alterada.

Para cumplir con los requisitos de validez jurídica, un mensaje de datos debe tener las siguientes condiciones: estar escrito, es decir, que se pueda acceder para su posterior consulta en su formato original; y estar firmado.

Además, el mensaje de datos aportado como evidencia debe mantenerse original e íntegro, lo que quiere decir que debe estar completamente inalterada la información que contiene. Esto se hace a través de un hash, que es algoritmo que extrae del interior del mensaje un código alfanumérico que cumple las veces de huella y este permite demostrar si la evidencia fue modificada de alguna manera.

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