Recordemos que el 9 de abril de 1948 fue el homicidio del caudillo Jorge Eliécer Gaitán, que detonó una violencia que ha dejado millones de víctimas, fecha que se aprovechó por su carga histórica para declarar el 9 de abril el Día Nacional por las Víctimas.
Por esta razón estando aquí en Ginebra Suiza, quise ir a la Silla Rota o Broken Chair, monumento de doce metros de alto esculpido por el artista suizo Daniel Berset, e ideado por Paul Vermeulen, cofundador y director de Handicap Internacional.
Como ustedes se imaginarán, a la Silla Rota le falta una pata, simbolizando la lucha en contra de las minas antipersonales esparcidas en más de 83 países y que han asesinado y mutilado a más de 20 mil personas.
La Silla Rota fue puesta en la entrada principal de la ONU en agosto de 1997, siendo trasladada por tres meses a la ciudad de Ottawa Canadá en ese mismo año, como testigo de la firma de la prohibición de minas antipersonales durante la convención celebrada en esa misma ciudad.
Por todo esto, quise asistir a la famosa Silla, poniéndome justo debajo de la pata rota, mandando el mensaje que queremos apoyar a todas las víctimas de minas del mundo y que desde aquí en Ginebra nos solidarizamos con ellas.
Lo triste es que todavía las minas antipersonales amenazan a miles de personas alrededor del mundo, complicando la vida de seres humanos con sus consecuencias letales, que hoy día siguen siendo víctimas de estos terribles artefactos. Broken Chair hace un llamado a todos los Estados a la universalización de la Convención de Ottawa, que después de ser ratificada por 40 países entró en vigor el 1º de marzo de 1999, convirtiéndose en un instrumento jurídico internacional vinculante.
El Estado colombiano es parte de la Convención de Ottawa sobre la Prohibición del Empleo de Minas Antipersonales Ley 554 de 2000, lo que implica la obligación del Gobierno Nacional, tal como lo está haciendo de realizar directamente y de forma efectiva, el desminado humanitario. Por esta razón el Decreto 1019 de 2015 establece en su objeto las condiciones para implementar en la práctica el acuerdo sobre limpieza y descontaminación del territorio de la presencia de minas antipersonales.
Sin embargo, por lo menos 688 municipios, es decir casi el 63% del territorio colombiano, tienen algún grado de riesgo en sus áreas rurales por minas antipersonales, que desde 1990 ha dejado 11.043 víctimas. Afortunadamente la Corte Constitucional en la Sentencia C-250 de 2012, declaró exequible la fecha 1º de enero de 1985 para la reparación de víctimas y 1º de enero de 1991 para la restitución de tierras. En Colombia han pasado casi cinco años desde que la ley 1448 de 2011 fue sancionada, más de 400.000 víctimas reparadas, 303 grupos y comunidades han sido reconocidas como sujetos de reparación colectiva y más de 107.000 colombianos se han beneficiado de los programas de atención psicosocial.
En conclusión, esperamos que con la Convención de Ottawa y con la Ley de víctimas Ley 1448 de 2011, en Colombia se continúe reparando a todas las víctimas del conflicto armado, se mantenga la restitución de tierras y desde luego, se siga indemnizando a todas las víctimas de minas antipersonales.
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