El solicitante argumentó que las personas que quisieran comprar productos para animales, no acudirían al restaurante La Vaca Que Ríe
05 de agosto de 2025Signo Opositor
Signo Solicitante
La Superintendencia de Industria y Comercio, SIC, resolvió un pleito de marcas, el cual demostró que quien ríe de últimas ríe mejor. A su despacho llegó una solicitud de registro de La Mascota Que Ríe para las clases 35 y 44 de la Clasificación Internacional de Niza, que comprende servicios de tiendas minoristas de artículos para animales y de acupuntura veterinaria.
Al trámite se opuso la sociedad Terra Grata S.A.S., propietaria de la marca La Vaca Que Ríe, y argumentó que el signo solicitado es confundible con el de su marca y con los términos “ríe” y “que ríe”, de los cuales también es titular. Aseguró que la sustitución de la palabra “vaca” por “mascota” no es suficiente para eliminar el riesgo de confusión, ni tampoco la idea que ambas empresas quieren evocar, “la de seres vivos, particularmente animales felices”.
También solicitó a la Superindustria pronunciarse frente al hecho de que la marca solicitante intente “tomar provecho injustificado de la reputación y el reconocimiento de la marca notoria”, pues afirmó que identifican servicios de comercialización al por menor y mayorista y comparten los canales de comercialización y publicidad.
La Mascota Que Ríe se defendió y justificó que su marca pretende distinguir productos para el uso de animales, a diferente de la cobertura de la oposición que está destinada a servicios de consumo humano. “Quien busca comprar productos de aseo, preparaciones y artículos veterinarios para animales, no acude a cafeterías o restaurantes donde venden comida para humanos”, argumentó.
También señaló que, al buscar La Vaca Que Ríe en internet, se encuentra su página web, redes sociales, artículos de opinión relacionados con la marca y una empresa con el mismo nombre, pero con sede en España. Por el contrario, al buscar La Mascota Que Ríe, únicamente aparece su página web y sus redes sociales, sin mencionar a la marca opositora.
En el estudio de registrabilidad, la SIC encontró que, si bien hay similitudes sonoras por la secuencia de palabras, lo que podría generar riesgo de confusión, los servicios que identifican ambas marcas no hacen parte del mismo sector comercial, por lo que no es probable que “compartan los mismos canales de comercialización, medios publicitarios y promocionales o que se predique su uso conjunto” ni se dé lugar a ningún riesgo de asociación.
Como resultado, la dirección declaró infundada la oposición de La Vaca Que Ríe y concedió el registro de La Mascota Que Ríe.
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