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lunes, 2 de mayo de 2022

Vicente Umaña, nuevo socio laboral de Posse Herrera Ruiz, dijo que uno de los retos es adaptar las nuevas formas y esquemas de trabajo

La semana pasada Posse Herrera Ruiz confirmó varias movidas en su práctica de derecho laboral, dentro de las que se destacó la llegada de Vicente Umaña Carrizosa, quien venía dirigiendo esa misma práctica en Holland & Knight durante poco más de nueve años. A su llegada, le apuesta a potencializar los procesos de gestión humana.

¿Por qué pasa de Holland & Knight a Posse Herrera Ruiz?
Porque vi una oportunidad muy interesante de crecimiento, trabajo y consolidación del equipo, que ya es fuerte en laboral. Me pareció un cambio oportuno en un momento retador e interesante.

¿Cuál es su principal apuesta al frente de esta práctica?
La pandemia no solo cambió la legislación laboral, sino la forma de operar de las empresas en esa materia. Teniendo un equipo tan sólido como el que tiene la firma hoy, llegar a potencializarlo es una oportunidad muy valiosa, porque creo que la pandemia, en Colombia y en la región, nos han obligado a ver las relaciones laborales de otra manera, más allá. Cuando un cliente necesita asesoría no es solo para resolver un problema jurídico laboral, hoy en día los clientes piden apoyo en los procesos de gestión humana, de principio a fin, y eso lo podemos ofrecer acá, porque hay un servicio integral.

¿Cuáles son las necesidades laborales de las empresas hoy?
Adaptarse a las nuevas condiciones de trabajo. Hoy no estamos trabajando igual que hace cinco años, y los clientes necesitan flexibilidad, esquemas alternativos de trabajo, eficiencias que no se habían dado cuenta que tenían. Y eso, cuando se ve desde la óptica de asesoramiento integral al cliente, para volverse un aliado, se vuelve una herramienta de prevención de litigios y conflictos. Si uno acompaña desde el inicio hasta el final de la relación laboral, se previenen conflictos a futuro, y es lo que tratamos de ofrecer.

LOS CONTRASTES

  • Daniel PosseSocio de Posse Herrera Ruiz

    “Existe una oportunidad grande en el mercado de crecer el área laboral con todo lo que está ocurriendo; el perfil de Vicente es perfecto para lograr esos objetivos”.

Además de flexibilidad y alternancia, los empleados de hoy buscan varios beneficios asociados al denominado salario emocional. ¿Las empresas sí están migrando hacia allá?
Sin duda, porque los jóvenes que trabajan hoy son distintos a los que lo hacían hace 30 años, y las expectativas y necesidades que retienen el talento ya no están asociadas al sueldo; hoy pesan más el balance de vida, el reconocimiento al buen trabajo, más allá de un bono, o la posibilidad de no ir a la oficina; eso muchas veces vale más que el sueldo.

Ese análisis de qué se puede hacer en materia de salario emocional es parte de lo que podemos ofrecer acá, de principio a fin, ayudando a diseñar políticas medibles que permitan calcular su impacto.

¿Qué tanto se ajusta nuestra legislación laboral a la realidad que se vive en las empresas?
La regulación laboral nunca se ajusta 100% a una situación, y menos a una pandemia, porque nadie sabía, en ningún lado, qué hacer con una pandemia. La legislación se ha ido acomodando, y ahora en su declive se sigue ajustando a las necesidades, pero la forma de trabajar cambió, y eso debe venir acompañado de una evolución regulatoria que lleve a esa nueva forma de trabajar.

Muchas de las normas que tenemos hoy están vigentes solo por el término de la emergencia sanitaria. Además de la reglamentación de las modalidades de trabajo a distancia, ¿qué tantas normas deberían incorporarse al ordenamiento jurídico de manera permanente?
Varias deberían quedarse, pero el análisis que vienen haciendo las autoridades, del Ejecutivo y el Legislativo, va encaminado a que muchas queden de forma permanente, eventualmente como una opción para que uno pueda decir, de común acuerdo, qué tanto las usa o no, como lo que está sucediendo con el trabajo a distancia.

Uno de los debates de la campaña presidencial ha sido el trabajo por horas. ¿Cuál es el panorama en ese punto?
El trabajo por horas ya existe pero, independientemente de las elecciones, vamos a tener varios retos en materia laboral en Colombia, originados en la pandemia. Los retos son muy importantes, y eso hace que la oficina se esté preparando, más que por los resultados electorales, porque el panorama cambió.

¿Uno de los retos tiene que ver con los costos de generar empleo formal?
En Colombia hacer empresa es un esfuerzo: tributario, en cargas laborales, en seguridad, y, a pesar de que después del covid muchas empresas salieron afectadas, hubo una recuperación muy importante que se puede acompañar con flexibilidad y ayudas, no en el sentido de subsidios, sino legislativas, de apoyo al empresario.

No sé si se podrán bajar los costos, pero si a las empresas les va mejor, pueden asumirlos.
Sí, es caro emplear en Colombia, y posiblemente eso es uno de los temas que tiene que cambiar después de la pandemia. Para eso será importante analizar qué tan competitivos somos en la región para abordar esos ajustes. Habrá que ver también si esa es la prioridad, en medio de la coyuntura.

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