Poner a prueba la resistencia económica
Las opiniones están divididas: para algunos la economía de Colombia ha tenido que soportar golpes más fuertes y ha salido adelante; para otros, la incertidumbre será la reina en cada una de las variables financieras con las que empresarios, Gobierno y consumidores deben hacer cuentas.
Pero, ¿qué se entiende por esa incertidumbre económica? Técnicamente se está hablando de la falta de certeza de que ocurra determinado evento. Por ejemplo, si se habla en el tema de inversión la incertidumbre es no saber qué retorno tendrá una operación, o si se pueda o no hacer. En este caso, la incertidumbre que trae el no aprobar los acuerdos tiene que ver con la expectativa que se tenía en los beneficios económicos de la paz.
Entidades como el Departamento Nacional de Planeación o la Asociación Nacional de Instituciones Financieras se la jugaron con unos cálculos sobre los beneficios del fin del conflicto en términos de crecimiento, inflación, productividad y generación de empleo.
En estos informes se demuestra que el país crecería en términos de PIB entre 0,5% y 1,9% adicional a la tasa en la que se crece hoy; pues con los resultados, lo que dicen los economistas, es que no habrá posibilidad para dicho aumento.
El decano de economía de la Universidad del Rosario, Carlos Sepúlveda analiza la situación de la siguiente manera: “yo describo esto con una palabra: incertidumbre. Los mercados internacionales habían incorporado el Sí, sin necesidad de estar a favor o en contra, los mercados estaban descontando una respuesta afirmativa. Al tener que enfrentar ahora el No, tenemos que enfrentar cómo lo procesan”.
Otros se muestran más optimistas o al menos con una visión menos alarmista. Ese es el caso del presidente de la Asociación Bancaria, Asobancaria, Santiago Castro, quien asegura que “en cuanto al impacto sobre la economía, no creo que haya uno inmediato. En unas horas vamos a ver hacia dónde se dirigen las intenciones de los dirigentes que apoyaron el No. En este momento, lo que se puede generar es una inestabilidad política que debe sortear el Presidente lo más pronto posible”.
Y es que en el ambiente político la situación no es diferente: los líderes de partidos, senadores y congresistas a favor y en contra de los acuerdos tienen en sus manos la tarea de reorientar la opinión de sus votantes, de dar respuestas a quienes se preguntan ¿quién decía la verdad?, de encontrar la manera de llegar a un acuerdo, pues los colombianos demostraron en las urnas que no estaban preparados para el nuevo camino que se venía con la firma de la paz.
La economía y la política ahora están a prueba. No se quiso pasar una página que ha cobrado casi 10 años de crecimiento como lo demostró Anif y ahora se espera que sea otro gobierno el que sepa qué hacer con el futuro del país.
Uno de los temas que hay sobre la mesa es la reforma tributaria y en ese punto los analistas también tienen la incertidumbre de lo qué irá a hacer el Ministerio de Hacienda, pues no se cree que después de una pérdida en el plebiscito, la de una reforma de impuesto pueda salir adelante con la mayoría de aprobación de los políticos.
“Colombia es un país grande y estoy seguro que los inversionistas en los mercados de capitales sabrán reaccionar. Hemos pasado por unas situaciones más difíciles”, explica Jaime Humberto Botero, presidente de la Asociación de Comisionistas de Bolsa. Esta es la visión que algunos mantienen en un mar de preguntas.
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