
martes, 7 de julio de 2015
A Camacho se le reprochó por haber acordado con el entonces alcalde mayor de Bogotá Samuel Moreno Rojas, el nombramiento del director de la Unidad Administrativa Especial de Rehabilitación y Mantenimiento del Distrito y continuar influyendo en la designación de varias personas en diferentes cargos de dicha entidad, logrando, de igual manera, favorecer a los contratistas Emilio José Tapia y Héctor Julio Gómez en la adjudicación de contratos. A Camacho Casado también se le comprobó su responsabilidad disciplinaria por haber recibido $300 millones del director de la Unidad, como contraprestación por haber sido adjudicada la licitación 021 de 2010 a la firma Patria Conalvías.
De acuerdo al artículo 48 del Código Disciplinario Único, la falta se tipificó como gravísima a título de dolo. Según la Procuraduría, dichos “actos de corrupción afectaron a la sociedad colombiana debido a la pérdida de credibilidad y prestigio que se tuvo en la administración pública, y son actos que atentan contra la propia institucionalidad”.
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