• María Carolina Ramírez Bonilla

lunes, 6 de agosto de 2018

El socio de Posse Herrera Ruíz proyecta que el segundo semestre sería más activo en la economía.

El abogado Iván Duque tomará las riendas de la administración de Colombia, un reto para nada fácil y en el que en el transcurso de cuatro años deberá cumplir sus promesas de campaña. Entre estas, las reformas estructurales en el tema tributario, pensiones, justicia y salud, por nombrar los más importantes.

La nueva tributaria es la que más preocupa a los empresarios y personas naturales por su impacto en las finanzas de cada uno. Sobre este aspecto, AL habló con el socio de la firma de abogados Posse Herrera Ruiz, y expresidente del Instituto Colombiano de Derecho Tributario, Juan Guillermo Ruiz, a quien no le cabe duda que la reforma es necesaria y se atreve a dar unos consejos de lo que debe tener.

En campaña se prometió una tributaria, ¿cree usted que lo planteado se puede cumplir?
Durante la campaña se observaron dos líneas fundamentales de planteamiento fiscal, la primera facilitar y atraer la inversión y la segunda reducir los niveles de tributación empresarial. Cuando uno habla de reducción de cargas tributarias siempre debe enfrentarse a los presupuestos y al análisis macroeconómico de cómo va manejar el menor recaudo, sin duda el gran reto es el balance de las cuentas públicas y lo que llamamos la estabilidad macroeconómica de mediano plazo, yo creo que una estructura tributaria más justa, más eficiente, más equitativa va a generar más ingresos tributarios que los que genera una estructura desigual y no tan simplificada, entonces me parece perfectamente posible lo que se ha planteado. Es más, lo veo posible, necesario y conveniente y comparto que el Gobierno haya decidido arrancar con este proyecto como su primera tarea y no se debería aplazar.

Más o menos cada dos años hay una reforma, ¿qué tan fácil es para las empresas acomodarse y para bufetes estudiarlas?
Para las empresas es muy complejo porque los cambios no solo implican impactos en los análisis de proyección de negocios, sino que, además los cambios regulatorios, en la mayoría de casos, no han respetado ciertos beneficios que estaban propuestos y sobre los cuales los contribuyentes habían hecho planes. Eso no es bueno para los inversionistas, naturalmente también el cambio en las reglas de juego tributarias tiene una implicación de desconfianza frente a la administración tributaria. Cambios excesivos no son buenos, pero este cambio sí es necesario porque estamos en una coyuntura de sobretributación.

¿Qué tan cerca se está de crearse la cultura de pago de impuestos en Colombia?
La cultura fiscal de cumplimiento es una cultura que se crea a lo largo de los años, a todas las personas de alguna manera les cuesta pagar, algunos les cuesta muchísimo, pero la verdad es que la experiencia demuestra es que la racionalidad de la carga tributaria es la que permite que los contribuyentes se sientan conformes con el cumplimiento. El contribuyente está dispuesto a pagar aquello que considera razonable.

¿La reforma Cárdenas era innecesaria?
Yo creo que esa fue una reforma que introdujo cambios necesarios y tiene elementos importantes que no se deberían descartar. No quedó bien en carga tributaria al final ni quedó bien en limitar deducciones, pero algunos de los instrumentos que introdujo como las normas antievasión y el delito fiscal están en línea con los países internacionales y generaron valor.

¿Qué debería tener la nueva reforma según su análisis?
Hay que construir sobre lo que tenemos y trabajar en equilibrio, carga tributaria y estímulos. Hay cuatro temas que yo recomendaría al Gobierno y a la comisión redactora que tenga en cuenta y son cuatro temas obvios pero importantes, primero, que la legislación tributaria sea clara, es decir, claridad normativa. Segundo, es importante mantener una estabilidad regulatoria; tercero, reducir la carga tributaria para ser competitivos y cuarto, hay que simplificar el sistema.

¿En lo particular qué se debe hacer?
Bajar las tarifas de personas jurídicas al rango de 26% pero de manera progresiva, reducción de 33% a 30% en 2019, a 28% en 2020 y a 26% en el 2021 y siguientes. Eliminar las limitaciones a las deducciones, eliminar las rentas teóricas porque estas son inconvenientes. Lo fundamental en la tarifa de renta debe ser el combinado, es más eficiente una tarifa para las empresas y eliminar la del dividendo; debería haber tratamientos diferenciados.

¿El gabinete de Duque está marcado por abogados, qué ventaja le puede dar?
Es un gabinete de personas con una formación jurídica y empresarial muy sólida, personas con un gran reconocimiento empresarial y en ese sentido me parece que tener mentes jurídicas con experiencia empresarial le va a permitir al Gobierno tomar decisiones muy acertadas.

¿Cómo les fue en el primer semestre que ya terminó y qué expectativas tienen para lo que resta del año?
Ha sido un año de mucho trabajo, ha sido un semestre de una gran actividad, pero pensamos que el segundo semestre y el siguiente año será muchísimo más activo. Había proyectos que estaban a la expectativa de las elecciones y ahora se reactivaron de manera que la actividad está siendo intensa.

¿Son las firmas de abogados un referente para el crecimiento económico?
Las firmas de abogados somos un excelente termómetro de la actividad económica, naturalmente las firmas tienen actividades que son propias del crecimiento económico y otras que también están asociadas a las dificultades económicas por eso las firmas crecen más que la economía, porque crecemos en lo positivo de los negocios, pero también cuando hay reestructuraciones o litigios y demás.

Antecedentes
Durante la campaña presidencial que se vivió este año, uno de los temas más frecuentes en los debates a los que asistían los candidatos, era el de la Reforma Tributaria. Cada uno de los aspirantes a la Silla de Bolívar, señalaba cómo organizaría su propio articulado. En el caso del presidente saliente Juan Manuel Santos, su ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas, dijo sentirse satisfecho con la que presentó.