Wilmar Mejía, director de Inteligencia, negó encuentros con disidencias de las Farc
El alto funcionario afirmó que las acusaciones en su contra son falsas e insinuó que son represalias por investigaciones que hizo en la entidad
25 de noviembre de 2025
Un día después que la revelación de presuntos nexos entre altos funcionarios del Gobierno y jefes de disidencias de las Farc generó una serie de reacciones e investigaciones por parte de diferentes entes de control, Wilmar Mejía, director de Inteligencia en la Dirección Nacional de Inteligencia, DNI, quien es uno de los implicados en este caso, aseguró que nunca se ha reunido con grupos armados al margen de la ley y que estas acusaciones son infundadas.
"Quiero ser absolutamente claro: jamás he recibido instrucción del Presidente de la República, ni del director general de la DNI, ni de autoridad alguna para sostener reuniones con personas al margen de la ley, dentro o fuera del país", afirmó en su comunicado.
Mejía explicó que su función está completamente limitada a la inteligencia estratégica y no tiene ninguna relación con operaciones clandestinas ni criminales.
El alto funcionario negó cualquier participación, directa o indirecta, en cualquier actividad que tuviera el objetivo de compartir información de inteligencia con grupos criminales; gestionar empresas fachada, trámites o permisos de seguridad privada; o facilitar armas, municiones y explosivos a las disidencias de las Farc.
En cuanto al supuesto pacto de no agresión con alias Calarcá, Mejía afirmó que nunca promovió pactos de este tipo entre la Fuerza Pública y organizaciones armadas criminales. "Estas acusaciones son contrarias a mi trayectoria, a mi conducta y a los protocolos institucionales que rigen nuestro trabajo", agregó.
El directo de Inteligencia recalcó que todos sus ingresos a instalaciones del Estado y otras reuniones están consignadas en registros oficiales y cumplen con los estándares legales de la comunidad de inteligencia. Afirmó que "la clandestinidad no es parte ni de mi labor ni de mi historia".
Mejía también insinuó que los jefes disidentes habrían hecho ciertas acusaciones en su contra, pues, en el desarrollo de sus funciones, lideró procesos con los que se detectaron redes irregulares de tráfico de armas, municiones y explosivos, lo que habría generado "profundas molestias en ciertos sectores afectados por la reorganización institucional que se derivó de dichos hallazgos".
"Resulta preocupante que voces con intereses claramente contrarios a la transparencia y a la depuración institucional, pretendan ahora instrumentalizar información fragmentada y no verificada para construir un relato que no corresponde con la realidad", escribió el funcionario.
Por último, reiteró su disposición para colaborar en las investigaciones internas y externas o cualquier otro requerimiento que le hagan las autoridades. "Estoy seguro de que la verdad prevalecerá sobre insinuaciones sin fundamento y sobre intereses ajenos al bienestar institucional del país", añadió.
Cabe recordar que, luego de que salieron a la luz las presuntas conversaciones entre Mejía y las disidencias de las Farc, la DNI anunció que el director de la entidad, Jorge Arturo Lemus, ordenó la apertura de una investigación interna para esclarecer los hechos y la veracidad de las acusaciones. "En la DNI no se dieron órdenes y tampoco existe trazabilidad alguna que indique que el funcionario haya participado en las reuniones que se le atribuyen en Venezuela", explicó la entidad.
Las comunicaciones que dieron lugar a estos hechos fueron obtenidas en computadores y USB que fueron incautadas a alias Calarcá el año pasado. En ellas, habría quedado en evidencia que Mejía era el enlace entre el grupo armado e integrantes de la Fuerza Pública, con el objetivo de que llegaran a acuerdos de no agresión y obtuvieran información sobre los operativos que las FF.M. adelantarían en su contra.
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