jueves, 4 de mayo de 2023
En la actualidad los derechos humanos se han vuelto cada vez más importantes en el ámbito del derecho privado. Sin embargo, ¿Será que las empresas están dispuestas a respetar y remediar las presuntas vulneraciones a los DDHH? Pues eso no depende de un discurso, sino una metodología real y coherente con su objeto social y su misión empresarial.
En esa medida, las empresas tienen el deber de generar espacios seguros, dignos e inclusivos para sus trabajadores. Siendo así, su visión y misión debe estar dirigida al desarrollo de su actividad comercial sin dejar de lado la preservación de los DDHH.
Sin embargo, los DDHH no se limitan a la protección de los trabajadores, sino también tienen un efecto en la planificación comercial de las empresas. Esto implica establecer procesos que permitan asegurar que ninguno de los actores de la cadena de producción de las empresas vulnere derechos humanos con sus actividades.
De esta manera, las empresas se convierten en un escenario para la demostración no sólo de su capacidad técnica y operativa, sino también del impacto social positivo que pueden generar. Esto permite generar confianza a quienes adquieren los servicios de estas empresas.
Las empresas que han sido reconocidas por su labor frente a la protección de los DDHH cuentan con políticas encaminadas, por ejemplo, a garantizar la participación de mujeres en posiciones de gerencia, el respeto por la diversidad, así mismo, implementar proyectos sostenibles que contribuyan al cuidado del medio ambiente, entre otros. Estos indicadores se han convertido en prioridad para determinar si una empresa está cumpliendo con su deber de respeto y protección de los DDHH.
En todo caso, no se debe olvidar que el Estado tiene una responsabilidad compartida con las empresas y un deber de supervisión para asegurar que se cumplan los fines de preservación, regulación y responsabilidad de los DDHH en Colombia.
Finalmente, la trascendencia de los DDHH no se puede traducir como una estrategia de negocio y beneficios para la empresa, sino como un deber social. Por esto, el sector privado en Colombia debe establecer parámetros que permitan equilibrar sus intereses económicos con la necesidad de respetar los derechos humanos en todas las actividades que desarrollen. Encontrar este balance es fundamental para lograr una sociedad sostenible en la que los DDHH sean vistos como un deber ético y no como un simple requisito empresarial.
