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lunes, 29 de julio de 2019

La semana pasada el señor Boris Johnson fue investido como Primer Ministro inglés y una de sus primeras declaraciones fue indicar que el próximo 31 de octubre el Reino Unido habrá abandonado la Unión Europea de manera definitiva. Inglaterra en estos momentos es potencia en el fútbol de clubes europeos, Liverpool y Chelsea son campeones de la Champions League y la Europa League y la salida de la Unión Europea implica una situación compleja que se debe analizar desde varias perspectivas; el primer aspecto a analizar es el de los jugadores; desde la Decisión Bosman, por allá en 1996 no existen nacionalidades dentro de la Unión Europea y solamente, los extracomunitarios tienen una cuota que no puede ser superada, por el contrario un equipo inglés (hasta ahora) o italiano pueden tener ocho o más jugadores de Holanda, Bélgica, España, Francia y Dinamarca, sin que puedan ser considerados extranjeros y por lo tanto, jugar con total tranquilidad y respeto a los reglamentos.

No conozco el reglamento ni tengo claro qué hará la Asociación Inglesa pero los españoles, italianos y demás ciudadanos de la EU son, a la luz de la nueva situación, extranjeros para Inglaterra, volverán las cuotas de dos o tres extranjeros dentro de los cuales se contarán los nacionales de la Unión Europea, afecta esto el mercado total pues la premier es la liga con más europeos de la Uefa, adicionalmente, los equipos económicamente más poderosos y gastadores se encuentran en las islas, el Manchester City, Liverpool, Arsenal o Chelsea que alguna vez llegó a jugar con 11 no ingleses, volverán a tener al menos 8 nacidos en las islas. A su vez, jugadores como Bale serán considerados como extranjeros en Europa lo que hará mucho más difícil su llegada a clubes continentales y la salida del Real Madrid debe tener ese inconveniente adicional. Los reglamentos de las nuevas ligas deberán contemplar aquellos jugadores con contrato vigente, extranjeros post-brexit con alguna regla de transición. En este momento muchos jugadores están negociando o renegociando sus contratos en euros y no libras por temor a una devaluación inglesa.

En los movimientos separatistas y especialmente en Cataluña, uno de los grandes interrogantes es el papel que tendría el fútbol en una posible independencia catalana. ¿Seguirá el Barcelona FC haciendo parte de La Liga”? o por el contrario se creará una liga catalana, más parecida a la de la pequeña Holanda donde seguramente la hegemonía de este equipo será absoluta pero el nivel muchísimo más bajo y partidos contra el Real Madrid o el Atlético de Bilbao serán si hay fortuna cada cuatro o seis años. Lo mismo ocurre en Bélgica y si bien no tengo conocimiento supongo que en el norte de Italia debe ser igual.

El fútbol no puede ser considerado como un fenómeno aislado, tengo perfectamente claro que muchos catalanes prefieren permanecer en España por el simple hecho de ver al Barcelona ganar, o al menos intentar ganarle al Real Madrid. No es fácil para un barcelonés pensar que el partido más importante del año será contra el alicaído español de Barcelona y que el Real Madrid está solo al alcance en Champions o insulsos amistosos.

No puedo dejar de referirme, en temas ingleses, a la solución que se le dio en ese país y en esa liga a los problemas de violencia en los estadios. Este modelo, exitoso en temas de seguridad y comodidad cambiaron el panorama económico y deportivo del fútbol a inicios del presente siglo y lo convirtió en una máquina de buen juego y mucho dinero.