Agregue a sus temas de interés

Agregue a sus temas de interés Cerrar

lunes, 6 de mayo de 2019

Desde hace dos semanas se viene comentando una supuesta acción de juego limpio que, Marcelo Bielsa, técnico del Leeds United realizó en un partido en el que su equipo hubiera quedado con muy buenas opciones de subir a la primera categoría del fútbol inglés. Sin hacer muy largo el relato, el técnico argentino resolvió dejarse marcar un gol luego de que su equipo anotara un gol absolutamente legítimo en una jugada en que un contrario estaba en el suelo luego de un contacto en el que el árbitro acertadamente consideró que no había falta y por lo tanto, que la jugada debería continuar. Esta acción, a mi modo de ver es egoísta, va en contra de los intereses de su club, sus jugadores y sus hinchas y es irreglamentaria.

Es una práctica desesperante, sobre todo en Sudamérica que cada vez que hay una falta los jugadores se retuercen del dolor y deben salir del campo, esperar la camilla, el médico y si existe, montar al maltrecho jugador a un carrito que hace todavía más lento el procedimiento. Haya habido o no falta, se supone que es un acto de juego limpio el sacar el balón del campo de juego para, precisamente que se realice esta lenta operación, repito, se trata de juego limpio. Un equipo que está siendo atacado de manera vigorosa por su rival puede dedicarse a pedir juego limpio de sus adversarios y detener de manera poco leal el juego.

Esta práctica no está en ningún código y se maneja más como una costumbre de caballerosidad pero que a mi modo de ver es una forma bastante burda de detener el juego. Distinto es si el árbitro considera que hay que detener el juego y pita la detención del partido para atender a un lesionado, en este caso se trata de la autoridad del partido que considera que no se puede desarrollar normalmente el partido. En el caso de Bielsa, me parece una actuación egoísta, ni su equipo, ni sus jugadores ni su hinchada van a recibir los elogios que de manera tonta han llegado para este técnico.

Incumple con su equipo, empleador que le paga para hacer todo lo posible por ascender a la Premier League, obviamente dentro del reglamento, la acción de gol del Leeds no está precedida de falta y es totalmente legitima, por lo que mal puede este señor tomarse la justicia por su cuenta, decidir que el árbitro y sus jugadores actuaron mal y regalar un gol. De manera impune desacata lo indicado por el árbitro y se deja hacer un gol, hecho que, si es totalmente irreglamentario y que debería ser conocido de oficio por la comisión disciplinaria, no está dentro de las reglas dejarse hacer un gol, en ninguna circunstancia.

También va en contra de los intereses de sus jugadores, que al menos de momento ven como las posibilidades de ganar la categoría y por supuesto, ganar más dinero, pues en la mayoría de los contratos los salarios se mejoran al subir a primera división y que por un acto caprichoso de su técnico, al menos de momento, no recibirán. En el contrato no se indica que si no ganan la categoría por un acto dudoso de Fair Play su salario se verá mejorado.

Finalmente, los seguidores de un club como el Leeds que se vio descendido más allá de la cuarta categoría y que llevan mucho tiempo remando por torneos de menor envergadura para un club de estas características y que están a punto de volver a donde nunca debieron salir y que por un acto caprichoso de su técnico, al menos de momento no pueden subir.

Hubiera sido mucho mejor que el equipo del señor Bielsa hubiera metido tres goles más y dejar así el primer gol como una anécdota.