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miércoles, 25 de noviembre de 2020

El Día Internacional de las Personas con Discapacidad es el 3 de diciembre, que en esta oportunidad se conmemora de manera ampliada tomando la semana de la discapacidad del 30 de noviembre al 4 de diciembre, en conjunto con la decimotercera sesión de la Conferencia de Estados Partes de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU.

El tema de este año es “Reconstruir mejor: hacia un mundo post-covid-19 inclusivo, accesible y sostenible para las personas con discapacidad”.

Aunque el número de personas con discapacidad ha aumentado en Colombia en los últimos años, pasando de 6,3% en 2005 a 7,1% en 2018, aún así la población con discapacidad es un grupo olvidado y muchas veces invisible dentro de la sociedad.

Desde el inicio de la pandemia por covid-19, se han identificado como vulnerables diferentes grupos de la población, como las personas mayores de 60 años, población en situación de pobreza y las personas con enfermedades crónicas, aunque la población con discapacidad está sobrerrepresentada en estos tres grupos, no se contempló como un grupo vulnerable o prioritario y poco se discutió sobre las medidas de prevención para estas personas.

De acuerdo al propósito de la ONU para este año, me imagino un mundo post covid-19 mucho mejor para las personas con discapacidad, saliendo fortalecidos de la pandemia, por esto presento las siguientes recomendaciones:

La primera es priorizar a la población con discapacidad para el suministro de la vacuna del covid-19, teniendo en cuenta en muchos casos enfermedades de base.

La segunda recomendación, es proporcionar ayuda financiera con proyectos productivos a personas con discapacidad, para reactivar su actividad económica cuando se encuentran en la informalidad.

La tercera es reactivar el trabajo de las personas con discapacidad, bien sea en la modalidad de teletrabajo, trabajo en casa y si es necesario de manera presencial con los protocolos adecuados.

La cuarta sugerencia es suministrar apoyo financiero para los cuidadores de personas con discapacidad, como sustento económico para estas familias.

La quinta es garantizar que todo el ecosistema digital sea accesible para que las personas con discapacidad puedan trabajar o realizar sus actividades desde casa, sin quedar doblemente aislados.

La sexta recomendación, es garantizar que toda la información relacionada con el covid-19, se distribuya en formatos accesibles como braille, audiodescripción y lengua de señas.

La séptima es garantizar que las personas con discapacidad queden en el registro de ayudas sociales del Estado para población vulnerable.

La octava es garantizar que las personas con discapacidad queden con servicio de salud en cualquiera de las modalidades, Sisbén, régimen contributivo o beneficiarios.

La novena es verificar que las personas con discapacidad queden cubiertas en una red de apoyo, bien sea de sus familiares, de la comunidad o del mismo Estado.

La décima es que de ahora en adelante, la población con discapacidad sea priorizada en la atención social del Estado, creando un programa de “Discapacidad en Acción” y la tengamos en cuenta para otras emergencias o el propio rebrote del virus.

En conclusión, teniendo en cuenta las mayores dificultades de inclusión socio laboral de las personas con discapacidad, es necesario que el gobierno nacional incluya a esta población dentro de los grupos priorizados para el suministro de la vacuna y con apoyo financiero para su reactivación económica.