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martes, 20 de junio de 2017

En la investigación se concluye que, en general, las reformas tributarias de dicho periodo afectaron negativamente la inversión, siendo las pequeñas y medianas empresas las más vulnerables a los cambios en la legislación tributaria. A su vez, a juicio del estudio la reforma más negativa habría sido la de 2012, por el aumento de las tarifas corporativas combinadas por la duplicidad del impuesto sobre la renta (renta y Cree) y por la complejidad que dicho cambio tuvo dentro del sistema. 

 Estudios de esta naturaleza, rigurosos y fundamentados en datos a nivel empresarial, confirman el sentir de la regresividad impositiva que hemos vivido en los últimos años.

En el año 2008, cuando se anticipaba el impacto de la recesión económica mundial, los empresarios llamaron la atención sobre la necesidad de una política fiscal contracíclica. 

Sin embargo, las reformas de 2009 y 2010 tuvieron un efecto contrario pues se aprobó la renovación del impuesto al patrimonio y se disminuyó y luego eliminó la deducción especial, medidas con efecto directo en el costo del capital y las decisiones de inversión. 

Para el año 2017 el panorama es muy similar. 

Tras el tercer año consecutivo con un comportamiento económico muy preocupante, agravado por la necesidad coyuntural de gasto público, la reforma tributaria de 2016 plantea dudas sobre los efectos que podría generar en la inversión privada. 

De un lado, es cierto que se corrigieron ciertas distorsiones creadas por la reforma de 2012 con la unificación del impuesto sobre la renta. Adicionalmente, se permitió por primera vez la deducción del IVA pagado en adquisición de bienes de capital. 

Sin embargo, la reforma también gravó los dividendos, creó varios impuestos nuevos que impactan la gestión administrativa de las empresas y hacen más complejo el sistema tributario, y omitió la corrección de distorsiones a nivel territorial, como sucede con el impuesto de alumbrado público. 

Además, el régimen de retenciones en la fuente en época de recesión genera saldos a favor que afectan el flujo de caja de las empresas. Como lo indicó el estudio, esta variable es determinante para las decisiones de inversión y afecta principalmente a las medianas y pequeñas empresas que no tienen un músculo financiero suficiente. 

En ese sentido, es importante revaluar los efectos de los impuestos en la inversión en capital privado como lo hizo el estudio referenciado y, sobre todo, es determinante que tanto el Gobierno Nacional como el legislador analicen el panorama económico antes de proponer y aprobar reformas que pueden actuar como amplificadores de la recesión económica o como obstáculo para la recuperación de los sectores que históricamente han apalancado el desarrollo económico colombiano.